jueves, 31 de julio de 2008
Berlín
Llegamos a Berlín a última hora de la tarde. El vuelo desde Heathrow puntual, como siempre, nos dejó en algo menos de dos horas en esta ciudad espectacular. Optamos por el Swissôtel, muy bien ubicado y, para mi curiosidad, llegamos a la recepción en ascensor. A pocas cuadras de donde estabamos, la primera impresión del recuerdo que Alemania mantiene de la 2da. Guerra Mundial era la iglesia del Kaiser Guillermo. Fue reconstruida dejando intacta la cúpula que sobrevivió al bombardeo final.
Muy cerca de ahí un excelente restaurante con mesas en la vereda donde almorzamos comida thai.
La diferencia entre las dos partes unificadas de la ciudad se nota a simple vista: si el tendido de rieles de tranvía a la vista, estás en Berlín Oriental. En este sector de la ciudad están el Palacio del Correo y la Antigua Sinagoga, dos puntos imperdibles para conocer.
Al día siguiente optamos por tomar un tour y recorrer la ciudad. Envidiable el profesionalismo de los guías y su conocimiento de la historia local. En la parada de la puerta de Brandenburgo decidimos quedarnos y recorrer la zona, hasta llegar a uno de los sectores conservados del antiguo Muro.
Imposible no visitar el Sony Center, cerca del cual estaban los simpáticos osos del Bear Parade intervenidos por artistas locales. Les recuerda el Cow Parade de Puerto Madero?
Antes de seguir el viaje y en la mitad de un día de compras buscando lo último en música y libros, llegamos a la Isla de los Museos. Me prometí volver alguna vez para ven con tiempo la colección de arte islámico del Museo Pergamon y la Galería Nacional de Arte Antiguo...
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