viernes, 31 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
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lunes, 27 de diciembre de 2010
Jerusalén: Destino de Culto...
En los alrededores
Por Juan Pablo Bacino
Enviado especial para
Datos Utiles
Alojamiento
Los argentinos no la necesitan si la estada no supera los 3 meses. Unicamente es indispensable el pasaporte con al menos seis meses de validez a la fecha de entrada.
Un tour por Jerusalén (día completo), incluyendo la Ciudad Vieja y la nueva, cuesta unos 70 dólares. Sólo el recorrido por la Ciudad Vieja cuesta 45. Hay guías en castellano.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Navidad en el mundo.. todos se preparan para el festejo
Cuento de luz en Medellín
Como todos los años, la ciudad colombiana se ilumina para las Fiestas. Esta vez el nombre del montaje es Un cuento de luz y está inspirado en la literatura universal. Tiene más de dos kilómetros por 10 pabellones ubicados a un costado del río Medellín. Se utilizaron 15 millones de bombitas, 5000 mallas luminosas, 7 toneladas de papel metalizado y 320 kilómetros de mangueras luminosas. Alrededor de este gran atractivo se realizarán cerca de 500 actividades y espectáculos en los escenarios culturales y recreativos más emblemáticos de la capital de Antioquia.
Los italianos los prefieren de verdad
Esta Navidad, los italianos armarán un abeto natural en lugar de las imitaciones plásticas, pero no tan grande como el árbol que instalaron hace unos pocos días en la Plaza San Pedro, de 34 metros y 94 años, por supuesto.
Según Coldiretti, la asociación que reúne a los productores agrícolas italianos, esta temporada se comprarán en Italia por lo menos seis millones de árboles naturales para la Navidad, una inversión de alrededor de 140 millones de euros.
El costo de comprar un árbol verdadero varía notablemente: va desde los 10 euros hasta más de 500, según las dimensiones, la variedad y la maceta o vaso en la que está ubicado.
¿Qué harán después con el árbol? Pensaron en todo. Si no tienen las condiciones para plantarlo en el jardín, los viveros que los venden disponen de centros de recuperación para los árboles, donde se los saca de la maceta para plantarlos nuevamente en tierra.
Villancicos en el Bosque de Arrayanes
Papá Noel también puso rumbo al sur y se instaló en los paisajes de Villa La Angostura para celebrar la Navidad. La villa neuquina organizó un nutrido programa de actividades para los visitantes entre el 15 y 25 de este mes. Incluye la realización de conciertos y espectáculos musicales al aire libre en el Bosque de Arrayanes; talleres de decoración navideña para niños (guirnaldas, pesebres, decoración de galletitas), con estrada gratuita.
Habrá villancicos en la calle principal, orquestas sinfónicas, coros y una gran decoración navideña. También se instalaron buzones especiales para que los chicos le escriban una carta a Papá Noel.
Mercados bajo nieve, en Alemania
Los mercados navideños son un clásico en las ciudades de Alemania. En el Striezelmarkt de Dresden (foto) en el antiguo mercado (Altmarkt) se reviven tradiciones que se remontan a 1434. El lugar debe su nombre al Christstollen, pan dulce con frutos secos y pasas original de Dresden, antiguamente llamado Striezel. Todos los años se celebra la Stollenfest en su honor, con un enorme desfile festivo. Un gigantesco Stollen de casi cuatro toneladas se pasea por las calles desde el palacio Zwinger, pasando por la ópera Semperoper, las iglesias Hofkirche y Frauenkirche, hasta llegar al mercadillo Striezelmarkt, donde se corta y reparte entre los presentes.
El árbol flotante de Río
El fin de semana último comenzaron las Fiestas en Río de Janeiro, cuando fueron encendidas las 3,3 millones de bombitas del mayor árbol de Navidad flotante del mundo.
En la laguna Rodrigo de Freitas (Lagoa para los amigos), entre Leblon, Gávea y el Jardín Botánico, el árbol es un clásico carioca que este año pegó un estirón: tiene 85 metros, diez más que en 2009.
La megaestructura quedará iluminada todas las noches, hasta el 6 de enero.
Nueva York, con mucho glam
En Nueva York, la Navidad se inicia oficialmente cuando se enciende el árbol del Rockefeller Center, parada obligada para los casi tres millones de visitantes que recibe la ciudad en estas fechas. El abeto, que mide nada menos que 22 metros y pesa 12 toneladas, está brillantemente decorado por 30.000 luces enroscadas en ocho kilómetros de cables, todas de bajo consumo (tipo LED). Lo corona una estrella de cristal de Swarovski. La historia del árbol se remonta a la década del 30 cuando, en plena recesión, los obreros empleados en la construcción del centro decoraron un pino con guirnaldas de papel, latas de conserva vacías y no mucho más.
En Asia, también de fiesta
Aunque sin mucha tradición cristiana, en los países asiáticos celebrar la Navidad está de moda. En las calles de Pekín, por ejemplo, hay un gran árbol con luces de neón.
En Corea del Sur también la Navidad es un buen momento para festejar y ayudar. Como este ejército de voluntarios y solidarios Papá Noel que saldrá a visitar y llevar regalos a bebes nacidos prematuros.
Trampas navideñas
Existen árboles de Navidad de diferentes tamaños y colores, adornados con todo lo que uno pueda imaginar, pero seguramente pocos pensaron en... ¡trampas para langostas! Sí, en la región de Maine, Estados Unidos, distintos pueblos pescadores de langostas compiten para ver quién arma el árbol más grande y más lindo con las famosas jaulitas que usan para pescar langostas. Una competencia de lo más curiosa y, además, con fines solidarios.
El árbol de la isla de Beals este año parece ser el vencedor, con un poco más de 15 metros
martes, 7 de diciembre de 2010
Las Galápagos de Perú...
PARACAS.- Hace tres años, un terremoto seguido de un tsunami arrasó con todo. El maretazo, como dicen por acá, estrelló lanchones contra las casas, arremetió contra dos tercios de las construcciones y se internó hasta 200 metros tierra adentro.
Hoy quedan pocos vestigios de aquella pesadilla en Paracas, un pequeño puerto sobre el Pacífico, 260 km al sur de Lima. Los hoteles que quedaron reducidos a escombros han reabierto sus puertas, totalmente remodelados. También se inauguraron un par de resorts cinco estrellas, se reanudó y amplió la oferta de paseos, y el turismo retomó el impulso que venía experimentando antes del cataclismo.
Porque hasta estas costas áridas y ventosas llegaban, y llegan, visitantes de todos los rincones del mundo, curiosos por conocer uno de los ecosistemas marinos más raros y ricos que existen. Es precisamente en las islas Ballestas, un conjunto de islotes salpicados a 20 km de la bahía de Paracas, donde se concentran más de 200 especies de aves marinas, algunas provenientes de puntos tan lejanos como Cabo de Hornos o el Artico.
Así, sobre las rocas de granito se apiñan cormoranes, pelícanos, zarcillos (símbolo de las islas, deben su nombre a las dos plumitas que cuelgan al costado de la cabeza, cual par de aretes) o piqueros. Este último, llamado así porque se lanza como flecha al mar en busca de alimento, es también el pájaro guanero por excelencia.
El guano es el excremento de aves marinas y un cotizado fertilizante natural, además de haber sido uno de los principales productos de exportación de Perú en el siglo XIX, hasta tal punto que fue un detonante de la Guerra del Pacífico (por la negativa de compañías chilenas a pagar un impuesto sobre el guano). Se dice además que las islas Ballestas perdieron 30 metros de altura cuando se extrajeron millones de toneladas de este peculiar abono para despachar a Europa y Estados Unidos, a mediados de 1800.
Lo cierto es que hasta el día de hoy las aves siguen depositando lo suyo en estos enclaves, y se puede ver a los trabajadores que aún extraen el guano de manera artesanal, cargando los enormes sacos o costales en botes de madera. Por suerte, la recolección está confinada a un puñado de islotes, de modo que el olor acre y penetrante que de repente invade el aire dura apenas unos minutos.
Pero además de la variedad de aves, sobre las curiosas formaciones rocosas -que incluyen túneles, bóvedas y cuevas naturales- también retozan cientos de lobos marinos, focas y pingüinos de Humboldt, entre otras especies que conforman el gran atractivo ecoturístico de la zona (ni hablar de los delfines que muchas veces acompañan a los saltos y piruetas las embarcaciones de turistas, para deleite de los pasajeros).
Tan rica es la vida en esta bahía -en gran parte debido a las corrientes frías de Humboldt, que llenan las aguas de plancton y microorganismos- que a las islas también se las conoce como las Galápagos de Perú.
Por esa razón son un área protegida donde está prohibido desembarcar, y hay que conformarse con mirar desde las lanchas las manadas de lobos marinos que aúllan, gruñen y se pelean y, en fin, terminan haciendo el show del día.
El bonus del paseo hacia las islas está en el llamado Candelabro, un geoglifo de 130 metros trazado en la arena calcárea de un acantilado, que puede verse claramente sin bajarse de la lancha.
Hay decenas de versiones sobre el origen de este dibujo (que sí, se parece a un candelabro), desde que fue trazado por habitantes de la cultura Paracas, 500 años antes de Cristo, hasta que es obra de navegantes antiguos y piratas (que lo habrían usado para guiarse en los mares), pasando incluso por las fuerzas de San Martín (según esta versión, se trataría de un símbolo masón). Y, por supuesto, nunca faltan las teorías sobre seres extraterrestres. Las mismas que hablan de una extraña y misteriosa conexión entre El Candelabro y las más famosas líneas de Nazca, a menos de 200 km.
La Loca de la Escoba
Las hemos visto cientos de veces estampadas en remeras, gorritos, afiches y cuanto producto de merchandising pueda imaginarse. Las más conocidas son El Mono, El Colibrí, La Ballena, La Araña o El Astronauta, aunque las figuras registradas hasta el momento suman más de 300.
Las míticas líneas de Nazca ahora pueden visitarse volando en avionetas Cessna desde el aeropuerto de Pisco, a sólo 15 km de Paracas, en un viaje a todas luces más corto que si se sale de Lima (el trayecto por la ruta Panamericana, además, no es particularmente un parque de atracciones).
Y cuando, después de sobrevolar durante 40 minutos una sucesión de nubes y dunas y más nubes, aparece finalmente el primer geoglifo, hay que ver cómo sobrevienen los ¡ah! y ¡oh! de los poquitos pasajeros que caben dentro del avión. Porque no es lo mismo apreciar este espectáculo en un documental o en una foto -por poner el ejemplo más cercano- que, desde luego, presenciarlo en vivo y en directo. Y aunque algunos puedan sentirse mareados por los giros e inclinaciones que hace el piloto (para que los pasajeros de ambos lados de las ventanillas puedan ver unos 15 dibujos), la experiencia es de esas que difícilmente pueden olvidarse.
Lo asombroso es que estas extrañas zanjas, algunas realmente gigantes (El Alcatraz y El Loro, por ejemplo, miden 200 metros cada uno), sólo pueden ser observadas en su integridad desde el aire, lo cual ha despertado todo tipo de interrogantes.
Es que sobre el origen de las imágenes, descubiertas en 1927 y Patrimonio de la Humanidad desde 1994, aún se sabe poco. La tesis científica de más peso -no vamos a perder tiempo con las versiones esotéricas que siguen circulando- dice que se trataría del calendario astronómico más grande del mundo, y una de las más tempranas manifestaciones de matemática y física avanzadas. Habría sido realizado por la cultura nazca entre los años 300 antes de Cristo y 700 de esta era, y en su construcción se utilizaron herramientas rudimentarias como cuerdas y estacas.
Esta fue la explicación que impulsó la investigadora alemana María Reiche, que consagró su vida al estudio de este enigma grabado en el suelo. La Loca de la Escoba, la llamaban, porque a principios de los años 40 se instaló en el desierto equipada con una cinta métrica, una brújula, una escalera de mano y una escoba. Con esta última barrió hasta el cansancio la arenilla que cubría las líneas, al tiempo que convencía al gobierno para que restringiera el acceso público al área.
"Tengo definida mi vida hasta el último minuto de mi existencia: será para Nazca. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las pampas, allí moriré", confesó Reiche, también llamada la Dama del Desierto, y cumplió con su palabra. Murió en 1998, cuando las líneas habían sido descubiertas y admiradas por el mundo, en gran parte gracias a su incansable trabajo y dedicación.
Por Teresa Bausili para La Nación
DE FLAMENCOS, PLAYAS Y BANDERAS
Dicen que el General José de San Martín se inspiró en los flamencos de Paracas para crear la bandera peruana, tras notar el intenso color rosado de estas aves que, con sus alas desplegadas, dejaban ver una franja blanca en el centro. De hecho, aquí se celebra cada septiembre el desembarco del prócer argentino.
La Reserva Nacional de Paracas, donde abundan las bandadas de flamencos, fue creada en 1975 en uno de los puntos más desérticos de la costa peruana, y es la única área marítima protegida del país.
Tiene una extensión de 335.000 hectáreas, de las cuales 200.000 están en el océano Pacífico. En tierra, playas de arena brillante y mares tranquilos como La Mina, Yumanque, Playón o Lagunillas son las preferidas por los limeños que visitan la zona para practicar deportes como windsurf, kitesurf y sandboard.
DATOS UTILES
Paseo a las islas
Paracas está 260 km al sur de Lima. El paseo en lancha a las islas Ballestas cuesta US$ 28 por persona, dura 2 horas y tiene dos salidas diarias, a las 8.20 y a las 10.20.
En lancha privada, el costo es de US$ 270 por hora.
lunes, 6 de diciembre de 2010
Harry Potter y el secreto de su nuevo parque temático
ORLANDO.- Es una verdad universalmente reconocida que todo padre de familia, poseedor de una insistente prole, necesita visitar Orlando. La meca de los niños criados en la era de la animación 3D y la realidad virtual está precisamente allí, en el centro de Florida, donde se concentran los más imponentes parques temáticos inspirados en personajes y películas que son clásicos contemporáneos. El más nuevo de todos es el sector consagrado a Harry Potter, el ex niño y ahora adolescente mago creado por J. K. Rowling, en Islands of Adventure, parque temático mellizo de Universal Studios. Hace tiempo se lo venía anunciando, con bombos y platillos, y finalmente The Wizarding World of Harry Potter abrió sus puertas en junio.
Desde ese día mágico cambiaron las relaciones de fuerza entre Universal Studios, donde están los juegos dedicados a Shrek, Tiburón, La Momia, Los Simpson y Twister, e Islands of Aventure, consagrado a los superhéroes y Dr. Seuss. La entrada principal y la boletería es la misma. Desde allí se puede tomar a la derecha hacia Universal o seguir derecho y cruzar el puente hacia Islands of Adventure. Pues bien, si hasta hace pocos meses Universal solía ser el primero de los parques visitados, y también el que concentraba mayor caudal de público, desde la apertura de Harry Potter una marea humana enfila directo hacia Islands of Adventure como llevada por una mágica flauta de Hamelin.
Sin privilegios
Claro que si el disfrute de las atracciones es inversamente proporcional a la espera previa hay que tener en cuenta que en el juego principal, Harry Potter and the Forbidden Journey (Harry Potter y el viaje prohibido), no hay magia que abrevie las colas. Ni siquiera el pase rápido que se ofrece (previo suplemento sobre el precio de la entrada) para sortear la fila común, ya que en la boletería no se aclara que este juego, el favorito del momento, está excluido de la entrada privilegiada.
En la larga fila para entrar hay tiempo suficiente para admirar la magnífica reconstrucción de Hogwarts. También hay aprendices de magos de todas las edades... Varios chiquitos, vestidos como Harry y sus amigos, terminan por tirar la toalla ante el lento avance: y tal vez ganen un tiempo valioso para visitar el resto del parque, ya que este juego -absolutamente espectacular por velocidad y efectos- es más adecuado para los admiradores más crecidos de Potter & Cia.
Como Megan, una adolescente pelirroja de 15 años que llegó desde Virginia enfundada en una túnica con el logo de Slytherin y decidida a vivir en primera persona la magia de Hogwarts: "Es que lo leo desde chica", comenta en una charla improvisada mientras examina cada detalle del corredor que lleva hacia el interior del castillo. Por las edades en la fila, son varios los lectores de Potter de la primera hora, y también los miniaprendices que visten túnica y anteojos redondos, con una cicatriz en forma de rayo pintada sobre la frente. Paso a paso se va descubriendo el despacho de Albus Dumbledore, la clase de Defensa contra las Artes Oscuras, la sala común de Gryffindor, los retratos parlantes, todo recreado con una minuciosa atención hacia los detalles.
Finalmente llega la hora de subirse al juego, ajustarse las barras de seguridad sobre los hombros y salir literalmente a volar. A toda velocidad, los carritos se desplazan y se sacuden entre gigantescas pantallas 3D que dan la impresión de entrar en la película: no es una montaña rusa, sino un viaje entre la recreación de escenas inspiradas en los libros y las películas del personaje. La tecnología usada es de KUKA Robotics, de origen alemán, que permite a los asientos de cada participante girar sobre sí mismos sostenidos por un brazo robótico: así van desfilando frenéticamente los dementors, un partido de quidditch, el vuelo alrededor de Hogwarts, el bosque prohibido, la araña Aragog, un robot de animatronic que arroja humo por las fauces y, una vez terminado el juego, ya sin robots a la vista, el imprescindible gift shop bautizado Filch´s Emporium of Confiscated Goods, es decir el emporio de objetos confiscados por el malévolo preceptor Filch. Una auténtica proeza técnica a la que dan ganas de subir nuevamente apenas se puso un pie en tierra.
Otros dos juegos completan la oferta del sector: el más fuerte es el Dragon Challenge, una montaña rusa doble e invertida que existía en Islands of Adventure y fue reformulada para el sector de Harry Potter, convirtiéndola en un desafío entre dos dragones, el Chinese Fireball y el Hungarian Horntail. Durante la fila se pueden ver las banderas del Torneo de los Tres Magos, la cabaña de Hagrid y el auto volador de los Weasley. Y después, a toda velocidad, durante dos minutos y veinte segundos los dragones circulan por vías adyacentes y varias veces dan la impresión de estar a punto de chocar, mientras los pies de los participantes voladores subidos a los dragones prácticamente se rozan por la cercanía.
Los más chicos y los menos aventureros se sentirán más cómodos probablemente en el tercer juego, el Hippogrif´s Flight o Vuelo del Hipogrifo, también una reformulación del existente Flying Unicorn. Esta montaña rusa familiar se inspira en Hagrid, el gigante que enseña a los jóvenes magos a volar sobre un Hipogrifo en su clase sobre las Criaturas Mágicas. Muy corto, lo más lindo es sin duda la vista área de todo el sector Harry Potter en el comienzo del recorrido.
Hogsmeade, casi real
La ambientación del Wizarding World of Harry Potter es digna de Disney, el único parque de diversiones donde se ve el mismo amor por los detalles. Un logro que se refleja en la calle principal de Hogsmeade, el pueblo mágico reconstruido en Islands of Adventure: a escala real, al menos según cabe imaginarlo, su único inconveniente es la incapacidad para recibir la cantidad de gente dispuesta a visitarlo. En los días más concurridos hay que hacer cola en la puerta de cada negocio, como el local de varitas mágicas de Ollivander, que incluye un mini show en el que la varita elige al mago, exactamente como en los libros. También atrae Zonko´s, local de chascos como el de los gemelos Weasley, y sin duda Honeydukes, negocio de golosinas donde se consiguen las famosas ranas de chocolate (se pueden comer sin temor, porque no se mueven) y las más famosas aún grajeas de todos los sabores de Bertie Bott´s (y a no confiarse, porque hay sabores auténticamente espantosos). Parece que una con gusto a pescado tomó por sorpresa a una chiquita émula de Hermione, al menos a juzgar por la cara de espanto nada fingida con que arroja el confite, entre las risas de sus hermanos mayores más informados de los secretos mágicos de las pastillitas en cuestión...
Por Pierre Dumas
Datos Utiles
Horarios
Universal Studios e Islands of Adventure abren todos los días, a las 9, y cierran, según el día y la estación, entre las 18 y las 22. Los horarios se pueden consultar en www.universalorlando.com
Precios
El pase diario, con acceso a los dos parques, cuesta 112 dólares para los adultos y 104 para los chicos. El pase de dos días, 135 y 122, respectivamente. El pase Express Plus permite evitar las filas habituales por un pago extra que puede ir de 26 a 70 dólares, según la demanda, por persona. Pero conviene consultar qué juegos están incluidos en la boletería o en la Web del parque.
Requisitos
Las atracciones requieren también requisitos mínimos para participar. Para Harry Potter and the Forbidden Journey, la estatura mínima es de 1,20 m. El Dragon Challenge requiere 1,37 metros, y el Flight of the Hippogriff por lo menos 0,91 metros.
UNIVERSAL, PARQUE DE PELICULA
Dado que el cine y la televisión son la especialidad de Universal, Harry Potter no es el único personaje ni la única serie de películas que inspiró uno de sus sectores. La parte más tradicional del parque es un auténtico homenaje a los grandes éxitos del cine, desde clásicos como Tiburón, con la reconstrucción del pueblo costero de Amity y el temible tiburón gigante (nadie deja de sacarse una foto entre sus fauces), hasta novedades como Shrek, con un espectáculo 4D para sentirse como andando al lado del Burro y el ogro verde. También hay un sector para la romántica ET y su vuelo nocturno en bicicleta; para las tremebundas tormentas y tornados de Twister (una de las mejores atracciones), y para la terrorífica La venganza de la Momia. También hay que visitar Disaster!, una atracción centrada en la creación de efectos especiales de películas célebres: a pesar de que es necesario seguir explicaciones en inglés, la experiencia vale la pena.
RECUERDOS HECHIZANTES
El auténtico aficionado no puede sino tentarse con la multitud de gadgets y recuerdos inspirados en el mundo de Harry Potter. Desde las túnicas de las cuatro casas respectivas -Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw, a 100 dólares cada una- hasta remeras de rugby de Gryffindor (48 dólares) y las varitas mágicas de distintos modelos, según correspondan, por ejemplo, al propio Harry, a Dumbledore, a Sirius Black o al mismísimo Voldemort (30 dólares cada una). En peluche, lo más lindo es la réplica de Hedwig, la lechuza de Harry y el perro de tres cabezas Fluffy (30 dólares). Además hay escudos metálicos de las cuatro casas de Hogwarts, una réplica del ojo de Ojoloco Moody, tazas, remeras y chascos.
Fuente: La Nación, domingo 5 de diciembre de 2010.
viernes, 3 de diciembre de 2010
Hotel Boutique al estilo Versace...
"Conservamos el legado de Versace, invertimos mucho en decoración", cuenta Shelley Acoca, una de las anfitrionas, en un recorrido por el hotel boutique de apenas 10 suites.
Después de atravesar las escalinatas de la gran mansión blanca, que se hizo aún más conocida porque a metros del ingreso fue asesinado en 1997 Versace, se entra en un mundo exquisito.
Es un hotel caro y exclusivo, de eso no hay dudas, pero definitivamente parece un museo, con un estilo cargado, fastuoso, pero también muy acogedor.
Las paredes están decoradas con técnicas de mosaicos hechos a mano, hay frescos en los techos, y mármol y oro en los inmensos baños. Vajilla de porcelana exclusiva, mayordomo privado y atención superpersonalizada.
Ahora no se aceptan visitas guiadas, como hace unos años, sólo acceden los huéspedes y los comensales del restaurante, con estricta reserva previa.
Cada una de las suites tiene una decoración diferente. Sin duda la más impactante es la que usaba el diseñador, de 110 m2. Hace apenas unos días se abrió para huéspedes. Tiene una cama doble king size (sí, enorme), siete placares, paredes espejadas, tres balcones con vista al mar, frescos en las paredes y el techo. Para vivir la experiencia en esta habitación hay que desembolsar 10.000 dólares por noche. Si anda corto con el presupuesto, las otras suites cuestan desde 800 dólares la noche.
Una opción claramente más económica es ir a comer. Eso sí, abstenerse de ordenar los platos con caviar, que cuestan desde 350 dólares.
La Casa Casuarina es una de las construcciones más antiguas de la zona. Fue levantada en 1930 a imagen y semejanza del Alcázar de Colón, en Santo Domingo.
Después alojó a artistas hasta que en 1992 la compró Versace, la restauró y le incorporó el área de la pileta y el jardín.
Cuando Versace fue asesinado la casa se convirtió en un club privado, hasta que a fines del año último el empresario y restaurador norteamericano Barton G. Weiss se hizo cargo de la mansión, la renovó con una inversión millonaria y la abrió como hotel, pero conservando la tradición del excéntrico diseñador.
Datos Útilies
Ubicación
1116 Ocean Drive - Miami Beach, FL 33139. Sólo con reservas previas.
Tarifas
Alojamiento, desde 800 dólares la noche. La suite de Versace, 10.000 dólares
Restaurante, platos en promedio US$ 50
Fuente: La Nación, noviembre de 2010.