viernes, 28 de enero de 2011

Buenos Aires en Bici..

Se termina enero, el mes por excelencia de las vacaciones. En breve, la ciudad volverá a ser un caos de autos, bocinazos y personas. Aprovechá los últimos retazos de tranquilidad para una salida en bicicleta.




Durante enero, las calles porteñas parecen más transitables, sin tanto tránsito tanto de personas como de autos. Por esto, a pesar del calor, es buen momento para sacar las bicis y recorrer los diferentes rincones de la ciudad a base del pedal. Y si no tenés bicicleta, podés probar el nuevo sistema impulsado por el Gobierno de la Ciudad: un programa de préstamo de bicicletas que busca fomentar este medio de transporte ecológico, saludable y rápido. Para hacerlo, primero debés ingresar a este link, bajarte el formulario y llevarlo a cualquiera de los centros de Mejor en Bici, donde sólo te pedirán tu DNI. A cambio, te prestan una bici, un casco y un candado, por dos horas (renovables por dos horas más). Lo mejor de todo es que podés devolver todo en cualquiera de las demás estaciones, que están en la Facultad de Derecho, Retiro, Plaza Roma, Plaza Italia, Parque Lezama y en la intersección de la Av. 9 de julio y Tte. Gral. J. D. Perón.

El servicio funciona de lunes a viernes de 8 a 20 horas y los sábados de 9 a 15.

Una vez que estés arriba de la bici, aprovecha para visitar alguno de estos puntos de la ciudad:

Los domingos, en la Plaza Dorrego de San Telmo (Humberto I y Defensa) se desarrolla la reconocida feria de antigüedades y demás curiosidades. Ideal para pasear entre extranjeros y ver bandas y solistas musicales en la vía publica (la estación más cercana para renovar tu bici es la del Parque Lezama).



 
Otra opción es ir a la Dirección General de Museos (Ex Cervecería Munich), en Av. de los Italianos 851, Costanera Sur, y disfrutar de las diferentes muestras temporales que se exponen, para terminar recostado en el maravilloso jardín de esta enorme casona (la estación más cercana es la de Plaza Roma).

Siguiendo con el arte y las ferias, les recomendamos ir al Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), frente a Plaza Francia, donde se realiza una de las más nutridas ferias hippies de la ciudad, incluyendo shows circenses a la gorra y más atracciones (la estación más cercana es la de la Facultad de Derecho).

En el barrio de la Boca está la Fundación PROA (Av. Pedro de Mendoza 1929), uno de los espacios/terraza/galería de arte más interesantes de la ciudad de Buenos Aires. Actualmente se exhibe la muestra Art in the Auditorium III (la estación más cercana es la del Parque Lezama).

Por Jim Fraiser para GlamOut.com 

jueves, 27 de enero de 2011

Patagonia Cálida: Río Negro, las grutas y su balneario...

Las Grutas es la playa más concurrida de la Patagonia gracias a sus aguas cálidas y un paisaje excepcional a orillas del Golfo San Matías. Guía para conocer un balneario distante pero único, donde las mareas ponen el ritmo de cada día y los alrededores invitan a las expediciones de aventura, la exploración arqueológica y los deportes de playa...



Salina del Gualicho. A lo lejos, los camiones que trabajan en la extracción de sal.




La costanera blanca que se extiende a lo largo de los balnearios céntricos de Las Grutas, a orillas del azulísimo Golfo San Matías, pone en la costa rionegrina un inconfundible aire mediterráneo. El resto lo hace el mar, gran protagonista del verano, que aquí es el gran convocante de la temporada. Lo demás es una postal que ya dejó de ser un secreto para hacerse bien conocida: cientos de sombrillas, de todos los colores, que dibujan un patchwork multicolor sobre la arena.

Curiosamente, la postal es bien movediza, ya que el marcado ritmo de las mareas –que “arrincona” a los bañistas contra las grutas cavadas en la roca del balneario por la erosión marina– obliga de tanto en tanto a desplazarse hacia atrás para permitir el avance del agua. Es casi como si fueran dos playas, con un desnivel, que se aprovechan a fondo cuando la marea baja y la gran plataforma rocosa habitualmente bañada por el mar queda al descubierto. Ahí está además el secreto de uno de los dones de Las Grutas: la temperatura del agua, que a pesar de las latitudes donde se levanta el pueblo es igual y hasta un poco más cálida que en la provincia de Buenos Aires, gracias a la influencia de corrientes marinas. No sólo eso: cuando la marea sube sobre la plataforma rocosa, llega casi caliente y así se mantiene hasta que cubre prácticamente hasta las rodillas. Un buen regalo de la naturaleza que hizo de este balneario rionegrino uno de los más concurridos, sobre todo por veraneantes de la Patagonia y del sur bonaerense, que lo prefieren por su cercanía, ambiente familiar y animación constante durante los meses estivales.


Afloraciones graníticas sobre el mar en Piedras Coloradas, cinco kilómetros al sur de Las Grutas.

EL MAR O LA PILETA Para llegar a Las Grutas hay que recorrer unos 1150 kilómetros desde Buenos Aires, los últimos por una ruta donde el tránsito disminuye notablemente. Y de pronto allí, después de varias decenas de kilómetros de nada, aparece el prometedor cartel que indica el desvío y lleva hacia las orillas del mar. Quien quiera seguir hacia el sur otros 280 kilómetros llegará a Puerto Madryn, ya en la provincia de Chubut: pero son muchos quienes privilegian la playa, se quedan en Las Grutas y emprenden la visita a la vecina chubutense sólo por el día. También se puede, a mitad de camino (unos 150 kilómetros al sur de Las Grutas) visitar otro balneario rionegrino en ascenso: Playas Doradas, en Sierra Grande, que cautiva con su aire agreste y arenas interminables.


Lo cierto es que Las Grutas parece haber resuelto un viejo dilema de los veraneantes sobre las ventajas del mar o la pileta. Y lo hizo de una forma original, excavando piletones en la superficie rocosa que periódicamente el mar cubre y descubre, de modo que al retirarse la marea, estos huecos artificiales quedan llenos de agua de mar (y con ella la sutil vida que la acompaña). Hay piletas de diferentes tamaños y profundidades: las más bajitas son las que logran calidez en el agua; las más profundas son las favoritas de los más grandes para jugar. La única precaución, imprescindible, es caminar con cuidado de una a otra o hacia la rompiente, ya que cuando el mar se va la superficie rocosa queda bien resbaladiza. Nada que un buen calzado antideslizante no pueda solucionar.



La costanera blanca de Las Grutas le da al balneario aires mediterráneos.

DESPUES DE LAS BAJADAS Las Grutas propiamente dicha tiene diez bajadas al mar, formando una suerte de arco frente a la parte céntrica de la ciudad. Aquí se concentran los servicios –balnearios, excursiones náuticas, caminatas, pesca deportiva desde la costa– y también la gente. Quien quiera entonces sentir el mayor aislamiento que puede ofrecer una playa patagónica debe dirigirse hacia el sur y recalar primero en Piedras Coloradas, a sólo cinco kilómetros del centro. El nombre se debe a un afloramiento granítico a orillas del mar, que forma masas rocosas de color rojizo ideales para jugar o sentarse a tomar sol en la propia isla desierta. También aquí manda el ritmo de las mareas, de modo que algunas horas del día las “piedras coloradas” quedan cubiertas por el agua. Es un buen momento para retroceder hasta los médanos y probar suerte en las tablas de sandboard, deslizándose con mayor o menor gracia ladera abajo. De todos modos, conviene recordar que el sol pega, y con intensidad: entonces hay que contar con protección, o lanzarse a la aventura más bien hacia el atardecer.



Algo más al sur se encuentra el sitio conocido como El Buque, otra formación rocosa que se ve durante la bajamar. Es el lugar perfecto para los cazadores de mejillones y pulpitos, que quedan atrapados en las grutas y lagunitas que se forman junto a la costa. Y avanzando un poco más, a 13 kilómetros de Las Grutas se llega a El Sótano, cuyos acantilados son los favoritos de muchos pescadores, mientras los chicos y grandes que buscan sentirse como Indiana Jones pueden descubrir las ostras fosilizadas del cercano Cañadón de las Ostras.


Piletas de distintas profundidades sobre la explanada rocosa en la que sube y baja la marea.

EL SABOR DE LA SAL Uno de los grandes atractivos de Las Grutas es que tiene mucho más que playa. Los amantes del avistaje de aves, por ejemplo, pueden emprender el camino hacia la zona de San Antonio Este –el puerto por donde se exporta la fruta del Alto Valle de Río Negro– y conocer sus desérticas pero imponentes playas de conchilla, que forman parte de una reserva natural destinada a proteger a las aves migratorias que cada año recorren miles de kilómetros entre Tierra del Fuego y el Polo Norte. Estas playas, totalmente agrestes y solitarias, son de una belleza increíble y sus aguas turquesas y cálidas las hacen dignas de un pequeño y desconocido Caribe rionegrino.



Otro sitio para descubrir sí o sí es la Salina del Gualicho, a 60 kilómetros de Las Grutas. Este desierto de sal se encuentra en el Bajo del Gualicho, a 72 metros bajo el nivel del mar, la segunda mayor depresión de nuestro país (la primera es el Bajo San Julián, en Santa Cruz, que con 107 metros bajo el nivel del mar es la mayor depresión del hemisferio occidental). Desert Tracks es la prestadora que organiza la visita: mucho más que una excursión, lo que se propone es una experiencia que resultará imposible de olvidar. Se sale al atardecer, en viejos camiones militares reacondicionados para el turismo, y se llega al oasis de sal alrededor de una hora después, para ingresar en los playones de trabajo rodeados de bloques blancos y gigantescos. Los guías se encargan de dar todos los detalles técnicos, empezando por el origen del salar, que se formó cuando se elevó la Cordillera de los Andes y esta zona sufrió una depresión que permitió el ingreso del mar. Pasaron los años y el mar se retiró, pero quedó una capa madre de sal de 23 metros de espesor: hoy, esta capa de sal es explotada con fines industriales pero se regenera todos los años, convirtiéndose en un recurso prácticamente inagotable. No queda sino agradecerlo, sobre todo cuando se llega hasta el corazón de la salina para ver la puesta del sol, que lentamente se hunde en el horizonte tiñéndolo de rosa y regala un toque romántico al brindis que se propone a los participantes. Más tarde se volverá a la zona donde quedó estacionado el camión para comer un pollo al disco recién preparado a la luz de las estrellas, y finalmente recostarse boca arriba para explorar con catalejos la magnificencia de la bóveda celeste del hemisferio austral.


La ciudad de Las Grutas a orillas de las cálidas aguas de su franja de mar.

DE PIEDRA Y PINGÜINOS La región de Las Grutas es el punto de partida para conocer otros lugares poco conocidos y de extraordinario valor natural. Desert Tracks propone un auténtico viaje de descubrimiento hacia Valcheta, donde se encuentra el bosque petrificado más importante del norte de la Patagonia, que empezó a formarse cuando las araucarias de la región –entonces fértil y floreciente– quedaron cubiertas por las cenizas de una erupción volcánica. Conocerlo y hacerlo conocer tal vez ayude a darle la relevancia que el sitio merece, sobre todo para lograr una mejor protección. Además, en Valcheta se visita un pequeño pero valioso museo levantado en la antigua usina local con objetos que recuerdan la ocupación indígena de la meseta patagónica, fósiles y huevos de dinosaurio petrificados. Durante la visita también se almuerza en una estancia y se visita la antigua estación de tren de Valcheta, inaugurada en 1910 por el presidente Figueroa Alcorta.



Otra opción imperdible es visitar la pingüinera de la Reserva Provincial Islote Lobos, 70 kilómetros al sur de Las Grutas (así no es necesario llegar hasta Punta Tombo, que requiere mucho más tiempo de viaje). Hace unos dos años se encontró aquí una colonia de 10.000 pingüinos, a la que se arriba transitando por la RN3 pasando previamente por Sierra Grande. Desde allí habrá que llegar al campo lindante con la reserva y acceder por una huella, con marea baja, hasta el islote La Pastosa, que alberga la colonia de pingüinos de Magallanes, acompañados por medio millar de lobos marinos. El lugar es único, y la ocasión ideal para terminar el día con un fogón para contar historias gauchescas de la Patagonia.



OLIVAS AUSTRALES El clima seco y el suelo pedregoso inspiraron a los promotores de la firma Olivos Patagónicos para establecer en Las Grutas las primeras plantaciones de aceitunas destinadas a la producción de aceite en la Patagonia. Las aceitunas de la finca La Sofía son, entonces, las más australes y también las más cercanas al mar en el país: en total hay unos 11.000 olivos plantados sobre unas 30 hectáreas, dedicados a la producción de aceite extra virgen en una fábrica inaugurada con tecnología italiana. Desde la plantación hasta la comercialización, todo se realiza en las afueras del balneario siguiendo normas orgánicas para lograr un aceite de alta calidad, elaborado en promedio menos de seis horas después de la recolección de los frutos, totalmente a mano. La mayoría de las aceitunas son de variedad Arbequina, y un pequeño porcentaje son Frantoio y Empeltre: el resultado se puede probar en las mesas de Las Grutas, acompañando los platos típicos del lugar, naturalmente a base de pescado y frutos de mar del Golfo San Matías.

Por Graciela Cutuli para Página 12, enero de 2011.

miércoles, 26 de enero de 2011

Dos días en Santiago de Chile...

Historias, barrios, museos y sabores que entretejen un recorrido por las mayores encantos de una ciudad que crece entre cerros. El centro histórico, la casa de Neruda y la vida nocturna.


Muchas personas sostienen que no se puede medir la felicidad. O que por lo menos es muy difícil hacerlo. Que debemos atraerla, seducirla. Y dado que es muy esquiva, hay que tratar de prolongar, de retener ese momento de plena satisfacción la mayor cantidad de tiempo posible. El último pedacito de ese hermoso sol anaranjado que el mar se traga frente a la playa uruguaya de Piriápolis. Un perfume. La relación entre Daniel Auteuil y Jean-Pierre Darrous en el filme “Dialogue avec mon jardinier”. Los ojos castaños y la voz de esa mujer española en el ascensor Lacerda, en Salvador de Bahía, Brasil. Las risas con esos nuevos amigos de la infancia en el crucero caribeño. Ahora, atesorar este instante, desde la ventanilla del avión: la vista del Aconcagua, su fisonomía desordenada, imponente, sobre los seismiles (picos de más de 6 mil metros de altura) que lo rodean, la Cordillera infinita, una mañana espléndida, minutos antes de arribar a Santiago, Chile.



PRIMER DIA

8.00 La salida del aeropuerto internacional Comodoro Arturo Merino Benítez, en Pudahuel, a pesar de la hora “punta” (hora pico) se torna un paseo. Durante el recorrido de casi 27 km hacia el Casco Antiguo se observan llamativos y pintorescos automóviles de origen chino, coreano y de la India. El giro de un semáforo en la Alameda, nombre completo Avenida Libertador General Bernardo O’Higgins, permite el rápido escape en busca del desayuno en la avenida Brasil, en el bohemio barrio homónimo. Una pegada: desde la mesa del Plaza Café (Av. Brasil 221) se alcanza a oír el elogio de unos paseantes sobre los precios y las comodidades de los hostels de esta zona y de la cercana Shungai, mientras pequeños sorbos alargan el disfrute del café a la naranja, que alguien recomendó en Buenos Aires.

10.30 Ahora, hacia la comuna de Providencia. De ubicación cercana al centro de la Región Metropolitana, sus barrios verdes se entremezclan con áreas residenciales y comerciales. Entre las hojas de los plátanos orientales –cuya plantación se atribuye a que su sombra es muy valiosa los días de calor, y porque no necesitan tanto riego–, se ven correr las aguas del río Mapocho (del mapudungún mapuchuco, “agua que penetra la tierra”). Su nacimiento se produce en el sector del cerro El Plomo, en los Andes. “En el río Mapocho mueren los gatos y en el medio del agua tiran los sacos, pero en las poblaciones con la tormenta hombres, perros y gatos es la misma fiesta…”, le cantó Víctor Jara.

Cuando arribaron los españoles desde el Alto Perú, los habitantes originarios aconsejaron a Don Pedro de Valdivia que se instalara con sus huestes en el valle de este río. Así fundó, en un cerro llamado Huelén, la ciudad de Santiago de Nueva Extremadura, el 12 de febrero de 1541. Actualmente, el cerro se denomina Santa Lucía y está ubicado en pleno corazón santiaguino. Se forma en su torno desde la Plaza de Armas, el Correo Central, la oficina del alcalde, el Museo de Historia y el Palacio de la Moneda, una suerte de tablero de ajedrez. Por lo que se aprecia al recorrer el bello y florido cerro hasta la cima, varias jóvenes parejas lo tomaron como símbolo de su juramento de amor. En una roca inclinada que se resiste a desprenderse alguien pintó “Analía sos mi locura”. Si el amor se cae, cae todo a su alrededor. Hay hasta un castillo donde se realizan fiestas y ceremonias matrimoniales. El cerro de Santa Lucía, el Cerro de los Enamorados.

Cerro Santa Lucía

15.00 El tardío almuerzo es en Lando (Av. José Manuel Infante 1020), un restaurante peruano que llama la atención con un pejesapo que no supera los quince centímetros. Tan feo como delicioso, es el comentario. Le siguen mariscos, tiburón mako –parecido al pez espada, pero más rosado– y salmón al vapor. El sommelier da a catar varias cepas de distinta coloración y procedencia. La opción elegida es un vino chileno producido en Santa Cruz, en el cercano valle de Colchagua. Tiene una denominación particular. Se llama Chamán. Un cabernet sauvignon intenso, como las danzas que, mientras tanto, interpretan jóvenes ataviados con la típica vestimenta del huaso chileno en un show folclórico tradicional. Dedican varias cuecas y son acompañados por guitarristas y la voz potente de una cantante.

20.00 Se hizo casi de noche y no hay tiempo para llegar al Centro Cultural “Gabriela Mistral”. Tal vez mañana. A la salida de una de las estaciones del moderno subte, se opta por una caminata para conocer el pintoresco barrio Lastarria, un pequeño oasis urbano. También llamado de Bellas Artes, encontró su desarrollo a mediados del siglo XIX, con la construcción de la Parroquia de la Vera Cruz. Cuando fue terminada, en 1857, varias familias se instalaron a su alrededor. Más adelante, vivieron en el barrio intelectuales y artistas reconocidos de Chile. Hace pocos años la iglesia fue restaurada y se la declaró monumento histórico.

Los jueves, viernes y sábados, desde la calle Rosal hasta Merced funciona una Feria de Antigüedades y Libros. En este sector hay un conjunto de cafés, bares, librerías, tiendas de diseño, galerías de arte y centros culturales. Algunas calles aún conservan sus adoquines originales. Hermoso sitio, con buena luminosidad. Un anuncio grafitero con el fondo de un original dibujo reza: “Fuera de la tierra no hay tierra como la nuestra”. Tradición y tintes modernos tornaron esta zona céntrica muy particular.

23.00 En el anochecer de un día agitado se toma en cuenta la recomendación de una publicidad: no pesan los años, pesan los vicios. Así que la visita nocturna al barrio Bellavista, uno de los más emblemáticos de Santiago y frecuentado por la bohemia local y turistas extranjeros, se piensa tranquila.

Es muy pintoresca la zona. Su máximo exponente es la Casa Museo La Chascona (Fernando Márquez de la Plata 0192), vivienda que perteneció al poeta Pablo Neruda. La casa tiene la forma de una embarcación y es patrimonio cultural. Hay muchos pubs y establecimientos gastronómicos de nivel. Se encuentran sobre la calle Constitución, en la intersección de Dardignac y Mallinkrodt. Y en el patio, una especie de corazón de manzana llamado también Bellavista, donde se levantan ferias de artesanías y casas de regalos. Si bien se transita en plena movida noctámbula, el barrio Bellavista ofrece una gran actividad cultural durante todo el día. Pero es a estas horas cuando el panorama es colorido, ya que las paredes se tornan muy atractivas bajo las luces de los reflectores. Además, centros artísticos exponen variedad de obras y abarcan todo tipo de géneros.

La Chascona

En un ambiente muy relajado donde una banda interpreta jazz, tientan unas pequeñas porciones de sushi. También empanadas de pino, una empanada típica de aquí rellena de carne, pasas, huevo, cebolla y aceituna. Todo exquisito en este gran patio. Y bueno, un par de copas de auténtico pisco sour y basta por hoy.

SEGUNDO DIA

9.00 Despertar con la maravillosa vista de la Cordillera penetrando la ventana de la habitación y desperezarse bien. Extender y estirar los miembros, sacudir la modorra y librarse del entumecimiento. Ahora, un buen jugo natural de naranjas exprimidas, varios kiwis y frutillas. ¡Qué saludable! Un café prieto bien calentito y a caminar por la zona cercana, en el barrio La Dehesa, uno de los sectores más exclusivos, en la comuna Lo Barnechea, al noroeste del casco urbano de Santiago. Los santiaguinos compiten a ver quién tiene el barrio más limpio y bien mantenido. Este además es muy florido. Deambulamos entre senderos y jardines con flores de variados colores.


Museo de Arte Precolombino

11.00 En la antigua sede del Palacio de la Real Aduana está el Museo Chileno de Arte Precolombino. Una muy buena decisión visitarlo. Es que la variedad de alternativas obliga a optar. Su inauguración data de 1981. Actualmente posee piezas que además de su valor artístico-cultural son muy bellas. Bellísimas. La muestra que ofrece cubre desde los inicios del arte cerámico y textil de América hasta la llegada de los conquistadores europeos. Trata de representar la diversidad de los pueblos precolombinos sin restricciones. La colección incluye piezas hechas en cerámica, metales, fibras textiles, plumas, piedra y madera.

El museo está en pleno centro, a pasos de la estación de subte Plaza de Armas y cuenta también con una biblioteca y archivos audiovisuales. Las visitas son de martes a domingos de 10 a 18.

13.30 A apenas cinco cuadras, en las calles San Pablo y 21 de Mayo, se ubica el famoso Mercado Central. La recorrida exploratoria de este increíble lugar sucede mientras los mozos de todos los restaurantes tientan con ofertas.La opción es El Galeón (local 26 y 80 del Mercado Central) bien en el medio, frente a puestos de verduras grandes y multicolores. Aunque había sitios, ahí mismo, más finos y reservados, un poco de bullicio con cantantes y música incluidos es bienvenido. A una sabrosa entrada de camarón ecuatoriano le sigue un plato de corvina cancato (con queso, tomates y especias). Podría haber sido la denominada corvina pacífico que viene preparada con dulce de jaiva con zuchini al oliva. O las albacoras australes que les trajeron a unas chicas mexicanas que estaban en otra mesa. ¡Tenían una pinta! Y vienen con centollas. Pero bueno, hay que elegir.

Esta vez, nada de escatimar. Un sauvignon blanco, Casillero del Diablo; otro más. Ya en la sobremesa y contando chistes, una mousse de mote con huesillo –refrescante y tradicional postre de Chile– y sí, un bajativo, pero el nombre y la cantidad quedan en secreto.

16.00 Luego de recorrer unos minutos la peatonal Ahumada y de tomar fotografías en el Paseo de las Delicias, un taxi y al Parque Metropolitano de Santiago. El conductor afirma que el parque abre todo el año y que la vista desde la cima es muy hermosa. Más tarde llegaría la comprobación. Sobre la finalización de la calle Pío Nono se ubica el funicular que permite el ascenso hasta uno de los puntos más elevados del parque, el cerro San Cristóbal. Desde allí se puede apreciar un amplio panorama de la ciudad. A medida que se efectúa el recorrido cambia el paisaje permanentemente. Cientos de ciclistas y paseantes se movilizan por todo el parque. Está muy bueno. Se presenta un camino que conduce a la estatua de la Virgen María, que se levanta en la cima. Creyentes con vestimentas de distintas congregaciones dan un marco singular al lugar.

Este cerro, el San Cristóbal, se halla a 880 msnm y posee una altura de 280 metros. Es el segundo punto de mayor altura de Santiago de Chile. El primero es el cerro Renca. El Parque Metropolitano de Santiago es el parque urbano más grande del mundo, con más de 722 has de extensión. Las actividades son numerosas. Se puede alquilar bicicletas, ir al zoológico. Se realizan sesiones de gimnasia gratuitas llamadas Gimnasia Entretenida. Conciertos y exposiciones. Un Centro de Educación Ambiental brinda información sobre el tema. Lugares para picnic. En el sector denominado Tupahue está el Jardín Mapulemu, con variedades de la flora chilena. En el parque también funciona un teleférico, el Oasis, pero está en reparaciones.

Al término de la excursión, el circuito desemboca en el barrio Bellavista. Una buena ocasión para adquirir algún souvenir. O sólo llevarse un artículo de cuero o platería de cualesquiera de los puestos de venta de artesanías. Tal vez un lapislázuli como joya o simplemente por la calidad de la piedra.

22.30 En una calle llamada Vitacura se esparcen varios locales de gastronomía, bares y algunas discotecas. La zona es elegante y atractiva para pasar un rato ameno. El paseo hace que los jóvenes empujen hacia un boliche, Las Urracas (Vitacura 9254). El lugar tiene un sector lounge, donde se puede cenar. La carta es internacional. Una larga barra en la terraza da una vista piola del boliche.

Pasada la medianoche la intensidad de la música aumenta a la par del ritmo corporal de los bailantes. Unas pantallas gigantes reproducen la movida. Hay que decir que la iluminación y el audio son excelentes. Pero el vuelo de regreso a Buenos Aires parte temprano. De modo que después del show, el último brindis y despacito hacia la salida.

Espléndido. Tal vez sí se pueda medir la felicidad.

Por Luis Giannini para Clarín, enero 2011.

lunes, 24 de enero de 2011

Bariloche en pleno verano!

En los alrededores de la ciudad, montañas y lagos son escenarios perfectos para disfrutar del sol más allá de los circuitos tradicionales



SAN CARLOS DE BARILOCHE. Todavía no sé qué resulta más retro de Bariloche, si las escuelas que la copan de día, la copan de noche (¡y cantan la misma canción hace décadas!) o las excursiones que proponen algunas agencias de turismo. Ingresar en sus oficinas puede ser un verdadero viaje a la luna de miel de nuestros padres. El cerro Otto, la isla Victoria, el Campanario, el Bosque de Arrayanes... Todas grandes bellezas, pero un poquito repetidas.

El turismo tradicional se mantiene firme gracias a la renovación de viajeros, en especial del exterior, que buscan conocer esos lugares famosos. Pero la ciudad también se recarga con actividades que aprovechan la inmensidad y florecen en verano, aunque les cueste ganarse un lugar.

El ascenso a los refugios de montaña, por ejemplo, es imperdible. No tiene casi promoción en las agencias, porque se puede hacer gratis o a muy bajo costo. Uno se inscribe antes de subir -en el Club Andino Bariloche o en Parques Nacionales-, se informa sobre los caminos y requisitos, carga provisiones y empieza a caminar.

Hay que tener buenas zapatillas -nunca nuevas, porque sacan ampollas- y estar en condiciones físicas para caminar entre cuatro y siete horas (ver aparte). Y con lo indispensable en la mochila alcanza una solitaria casa, junto a un lago de altura, que en general resulta increíble.
Vacaciones en ascenso

Llegamos a Bariloche el 26 de diciembre, con un único gran objetivo: pasar Año Nuevo en el refugio Laguna Negra. La opción presentaba una dificultad media y un camino muy tentador.

Nos alojamos primero en un hostel céntrico, Los Troncos. Quedarse en uno de estos alojamientos, con posibilidad de usar la cocina, es una gran idea en lugares donde salir a comer es verdadero turismo aventura, por el nivel de los precios.

El ascenso estaba previsto para el jueves 30, de manera que tuvimos tiempo de recorrer otros sitios -como Villa La Angostura y alrededores- y aprovechar del buen clima para disfrutar de las playas de Bariloche, bien detalladas en los mapas de la ciudad. Hay ómnibus que recorren los kilómetros , como llaman a la extensión de la avenida Bustillo que casi bordea la costa del Nahuel Huapi, desde el centro hasta el Parque Nacional Llao-Llao (km 25,5). El boleto cuesta 3 o 6 pesos, según las distancias.

Justamente en ese parque, más allá del emblemático hotel, hay un circuito de trekking sencillo y atractivo. Es un paseo de dos horas (ida y vuelta) entre coihues y otros árboles que protegen los senderos. Resultó una buena entrada en calor para el día siguiente.

Antes de subir al refugio (el camino empieza en Colonia Suiza) nos aseguramos de que hubiera provisiones; básicamente, frutas, almendras y barritas de cereal. No hace falta mucha agua, porque se recarga en el camino. Durante las primeras dos o tres horas se bordea el arroyo Goye, con líquido más que suficiente. Subimos también una bolsa de dormir y algo para brindar en Año Nuevo. Algunos lo hacen con carpa y se instalan cerca de los refugios. Nuestro plan fue dormir directamente en su interior, y no cocinar, para no tener que cargar con la comida.

Todo el camino está señalizado. En las zonas más abiertas, uno se guía por círculos rojos pintados con aerosol. El tramo de bosque es, además de hermoso, muy sencillo, con poca pendiente. Pero el final es agotador. Son curvas interminables, repletas de piedras, que conforman el Caracol. O el Maldito Caracol , como dice la remera de autobombo que usan los refugieros.

 
Laguna Negra, al fin

Es una casa de dos plantas. Abajo hay mesas, una cocina y un perchero para las mochilas. Arriba, las cuchetas. Son unas 60 camas en total, aunque no suele haber más de 30 pernoctantes, salvo los días más fuertes de enero (del 6 al 15, en general). La madera le da calidez al lugar, y la luz de vela crea un ambiente único desde antes del atardecer.

La laguna está de un lado, el abismo del otro, frente a picos lejanos de una altura similar (hasta 2000 msnm). Los recién llegados suelen dejar la ropa empapada sobre las rocas, sostenida por otras piedras, para que no se vuele. Después de un largo rato para descansar, los refugieros les preguntan a los visitantes si tienen plan de quedarse a dormir, piensan comer o están de paso. Algunos descienden el mismo día. Otros pasan de camino al Refugio López, a seis horas promedio. Nosotros decidimos quedarnos dos noches.

Pernoctar cuesta 40 pesos por persona. El derecho a cocina, 20, y una comida fuerte, 65. La pensión completa, 125 pesos. Cada refugio tiene sus tarifas porque están concesionados. Martín tiene el contrato del Laguna Negra, mientras que Nahuel y Leila trabajan con él de refugieros. El ambiente es muy relajado, con un trato especialmente cálido y divertido.

Cada refugio tiene también su estilo. Por ejemplo, algunos reciben muchos escaladores, como el Frey, pegado a una pared perfecta para practicar. El Jakob, entre los más buscados, suele recibir muchos montañeses. Pero todos abren sus puertas para compartir, que es la esencia de estos lugares.
En Laguna Negra, durante el día, se puede ir hasta el filo o la cumbre, según las ganas de caminar. Son circuitos de una o dos horas.

Luego de un festejo de Año Nuevo con asado y música bajo las estrellas -también organizan aquí una fiesta en noches de luna llena-, dejamos uno de los mejores sitios del mundo para comenzar 2011 y llegamos, en cuatro horas, a Colonia Suiza. Ahí alquilamos una cabaña, en el camping Ser.

Tampoco nos pidieron tarjetas de crédito para hacer el check-in, ni nada parecido. Nos dieron las llaves y nos invitaron con un lechón. "¿Recién bajan de la montaña? -preguntó la dueña, Ana María-. Coman algo con nosotros, necesitan energía." Y almorzamos con su familia, continuando en el llano con las vacaciones compartidas.

Queda otro tipo de turismo, está claro como el agua del arroyo

Por Martín Wain para La Nación, enero 2011.



miércoles, 19 de enero de 2011

Viajas con tu mascota? Aquí algunos tips...

Tu mascota podrá viajar tranquilamente contigo si sigues éstas recomendaciones ...
  • Primero verifique que en el medio de transporte elegido para viajar esté permitido el tránsito de animales
  • Recuerde tener datos de un veterinario en su lugar de destino.
  • Lleve consigo también la cartilla de vacunación de su mascota si su viaje es muy largo recuerde consultar con su veterinario en caso de que sea necesario medicarlo.
  • Familiarize a su mascota con la jaula transportadora de manera de que se sienta seguro al viajar
  • Trata de no ofrecer comida a su perro o gato 6 horas antes del viaje
  • Las mascotas de compañía deberán llevar siempre una identificación con el nombre y datos del propietario. Además de esto es importante que en la identificación conste que el animal ha sido vacunado contra la rabia.
  • Es necesario pensar en un equipaje especial para tu mascota, enla que se incluyan juguetes en el caso de perros y gatos, así como un cepillo de pelo y un tranquilizante si se pone nervioso
  • Una vez elegido el lugar de destino, debemos de asegurarnos que el hospedaje que nos espera acepte a nuestras mascotas.


Si viajamos al extranjero, cada vez hay más países que permiten la libre circulación de animales domésticos, pero antes de emprender el viaje, debemos informarnos sobre los requisitos de cada país. Dentro de la Unión Europea, los requisitos básicos son:

- El Pasaporte para Animales Domésticos: para perros, gatos y hurones.

- La cartilla sanitaria

- Certificado veterinario, expedido 6 ó 10 días antes del viaje.


Dependiendo del medio de transporte, podemos seguir una serie de normas y consejos:

- En coche: el animal deberá ir separado por una rejilla o amarrado con un cinturón o arnés. Cada vez que hagamos una parada, es bueno sacarlo con nosotros, si lo dejamos dentro del coche, que sea en sombra y con las ventanas ligeramente abiertas.

- En autobús: no existen normas específicas, lo normal es que viajen en el maletero en un cajetín.

- En tren: en los trenes de cercanías y regionales tampoco hay normas específicas. En los de largo recorrido y alta velocidad, pueden ir en el vagón de carga, abonando la correspondiente tasa.

- En barco: suelen tener compartimentos especiales, aunque no siempre está permitido. En los ferris, se pueden dejar los animales en nuestro propio coche.

- En avión: dependerá de la compañía aérea. En general, viajan como equipaje en un recipiente o contenedor en la bodega del avión, pagando una tarifa. A veces puede viajar con los pasajeros en una jaula siempre que no causen molestias a los demás. El peso de la mascota no puede exceder los 6 kilos.

Los perros lazarillo no necesitan ninguna tasa, deberán ir con un bozal, collar y correa y en el asiento que se le asigne.

Cabe destacar, que en algunos hoteles y establecimientos está permitida la entrada a animales o tienen zonas específicas. Es importante informarnos de todo antes de hacer el viaje, para que no surjan problemas con nuestras mascotas, así como hacernos responsables de ellas y cuidarlas.

Fuente: portal Mascotas OK y nuestraguia.es

lunes, 17 de enero de 2011

Un museo en rojo....

Recuerdos de los años de Checoslovaquia bajo el dominio soviético, en una muestra de tono tragicómico




PRAGA.- Al principio, no se sabe si esto del Museo del Comunismo es medio en chiste o medio en serio. Porque basta con ver el afiche que lo anuncia -una matrioshka con colmillos afilados y cara de asesina serial-, para saber que se encuentra justo al lado de un McDonald's y arriba de un casino, o con echarles un vistazo, apenas se entra en el edificio de la calle Na Prikope, a las postales burlonas de la hoz y el martillo para entrar en duda.

Pero no, muy pronto se descubre que la cosa es bien en serio. Que la idea es recorrer los años en los que Checoslovaquia estuvo bajo el dominio soviético (1948-1989), subrayando el clima opresivo y dictatorial de la época.

Si hay algo para criticar es que las salas son chicas y más bien apretadas, con demasiados objetos amontonados, desde bustos de Lenin y Stalin hasta carteles, afiches, uniformes y condecoraciones. Por otro lado, el museo es uno de los pocos lugares donde se pueden ver estos objetos, porque la mayoría fueron barridos de las calles de un plumazo cuando cayó la Cortina de Hierro.

Es curioso, pero un sistema que hasta hace relativamente poco tuvo una presencia tan gravitante -sólo los más jóvenes pueden aducir que no saben cómo es vivir bajo su yugo- pasó a ser algo tan obsoleto, histórico e incluso exótico, que ya cuenta con museo propio.

Y como prácticamente todos los checos saben de sobra de qué se trata el comunismo, es lógico que en el museo se vean solamente extranjeros. La mayoría deambula por la exhibición -que está dividida en tres secciones: El Sueño, La Realidad, la Pesadilla- en silencio, un silencio casi reverencial.

Las salas reproducen escenarios de la vida cotidiana tales como el aula de una escuela, los estantes semivacíos de un almacén, el living de una casa (con la pobre calidad del mobiliario), y hasta una oficina de interrogatorios, con lámpara a media luz, máquina de escribir y teléfono negro de timbre penetrante.

 
Hasta la primavera

Los afiches, en tanto, vuelven a despertar dudas sobre la seriedad de su intención, ya que algunos rozan directamente con el absurdo. Como aquel en el que aparece el canalla norteamericano -retratado en jeans, pucho colgando de la boca y revista frívola en mano-, en abierta contraposición al look que presenta un joven constructor del socialismo (de camisa, pantalón pinzado, mocasines y pelo impecablemente corto).

A los norteamericanos, de hecho, se los presentaba como los culpables de buena parte de los males que aquejaban a la sociedad, incluida una plaga de insectos que diezmó las cosechas de papa en 1950. La prensa dijo entonces que el insecto -al que se llamó el bicho americano- fue rociado desde avionetas por saboteadores yanquis.

Pero el enemigo no era sólo externo: había que montar guardia ante la posibilidad de deserciones en las propias filas.

"Un área de varios kilómetros dentro de territorio checoslovaco, en la frontera entre Alemania y Austria, era inaccesible y vigilada al extremo, y cualquiera que la traspasara podía recibir un disparo sin advertencia -reza una de las explicaciones-. Si esto sucedía, los guardias eran remunerados con días de licencia o un reloj de pulsera."

En total, las autoridades dispararon contra 327 checos que intentaron escapar del país, al tiempo que arrestaron a otras 200.000 personas acusadas de traición.

Muchos eran detenidos por un par de horas, una noche, dos, tres, y otros tantos durante meses e incluso años. El escritor irlandés John Banville, autor de Imágenes de Praga, narra una anécdota que tiene como protagonista a un amigo intelectual, Zdenek, detenido e interrogado por la policía secreta en varias ocasiones. Parece que un día, no mucho después de la caída del comunismo, el hombre divisó a uno de sus antiguos interpeladores en medio de la calle. A través del bullicio del tráfico, logró llamar su atención y, a los gritos, preguntarle, furioso, lo primero que se le cruzó por la cabeza: "¿Y cuál es su nombre? ¿Eh? ¿Cuál es su nombre?" A lo que el interrogador, lejos de la vergüenza o la humillación, se limitó a saludar con una mano en alto y, sonriente, exclamó: "¡Ey! Pero cómo está usted, qué gusto verlo". Y el pobre Zdenek no pudo más que quedarse allí, varado en medio de la calle, entre la perplejidad y la desilusión.

Pero volviendo al museo y sus instalaciones, por momentos da la impresión de estar dentro del decorado de una película de la Segunda Guerra Mundial. Aunque la única película es la que se exhibe en la sala final de proyecciones, donde en forma constante se pasan filmaciones sobre la invasión de los tanques soviéticos durante la Primavera de Praga, los aporreos y brutales palizas propinados a los manifestantes, y las tumultuosas siete semanas de 1989 que terminaron con el derrocamineto del gobierno comunista.

Afuera, los negocios de marcas internacionales hierven de gente, las cúpulas de Praga brillan bajo el sol, y el comunismo aparece de pronto como un vago recuerdo de una época lejana.

Por Teresa Bausili para La Nación, enero 2011

jueves, 13 de enero de 2011

Cómo aprovechar dos días en Rio...

El Corcovado, el Pan de Azúcar, Santa Teresa, el centro histórico y las playas de Copacabana e Ipanema. Un recorrido por una ciudad que seduce con su arquitectura, sus paisajes y su cultura.



Es Río de Janeiro una de las ciudades más bellas del mundo? El viajero está invitado a descubrirlo en dos días intensos que, si bien no alcanzan para conocer todos sus encantos y develar algunos de sus secretos, son suficientes para disfrutar de una ciudad única por tener morros, mar, abundante vegetación y extensas playas, entre las que brota, crece y se desparrama en toda la extensión de la bahía de Guanabara.




PRIMER DIA

8.00 El paseo puede comenzar de muchas maneras. Una de ellas es iniciar el recorrido atravesando la Floresta da Tijuca, la reserva urbana más grande del mundo, hacia el Corcovado, el morro más alto de la ciudad en cuya cima se encuentra el símbolo por excelencia de los cariocas: el Cristo Redentor, una de las mejores muestras del Art Decó, de 1931. Se puede acceder en helicóptero, en auto o en tren. En auto, son 11 km hasta un estacionamiento donde se toma un bus (24 reales, US$ 14,54). La otra opción es tomar el tren en la estación Cosme Velho por 36 reales ida y vuelta (US$ 22). Cada media hora sube un tren con un recorrido que demora 20 minutos. Para alcanzar la cima, se sube en ascensor (17 segundos) o escalera mecánica.


Una vez arriba, la vista de los morros y la bahía de Guanabara en su totalidad es fantástica. Se ven el morro Dos Hermanos, la floresta, el hipódromo, la Pedra da Gávea desde donde salen las alas delta que bajan en la playa de São Conrado, y el corazón de Río con su catedral en forma de cono.


En el descenso, no deje de pasar, a mitad de camino, por el “Mirante Doña Marta”, un imperdible, al que sólo se llega con auto o taxi (80 reales, US$ 48). Allí se puede disfrutar, en silencio, del paisaje panorámico, pero desde otro ángulo: el barrio y la playa de Botafogo, el cementerio São João Batista de fines del siglo XVIII, los barrios de Leblon, Ipanema, Copacabana, y el Pan de Azúcar. Como este mirador está más abajo, las posibilidades de que esté cubierto de niebla es menor.



11.00
Transitando hacia el centro, puede recorrer el barrio de Santa Teresa, el “Montmartre Carioca”, en donde a fines del siglo XIX las familias adineradas y los europeos construyeron enormes casas. Huían de la humedad y el anegamiento de la ciudad. En los años 60 hubo deslices de tierras que dificultaban el acceso y descendieron hacia la playa. Esas casonas comenzaron a ser habitadas por artistas, y hoy es un barrio bohemio y un polo gastronómico. Una manera agradable de recorrerlo es en el bondinho, un pequeño tranvía eléctrico que tiene más de cien años. Se toma en el centro y por 60 centavos recorre el barrio en una hora entre ida y vuelta. Sale cada 30 minutos. Consejo: no conviene salir del trayecto del tranvía, pues está rodeado de favelas. Si no conoce, puede pasar un mal momento.



13.00
En el parque Praça de Paris –diseñado por el arquitecto y paisajista francés Auguste Glaziou en 1816– se ve el antiguo acueducto llamado los Arcos de Lapa, devenido viaducto, por donde pasa el bondhino. A la derecha, la Catedral de São Sebastião, de forma cónica.

Para almorzar, en la calle Rua Gonçalves Dias, en el centro de la ciudad, se encuentra la tradicional y glamorosa Confitería Colombo, un antiguo edificio de dos pisos. Arriba, el restaurante Cristóvão, lugar preferido de presidentes y reyes, funciona sólo al mediodía. La comida del chef Renato Freire es excelente y sofisticada, igual que los postres (no deje de probar la mousse de maracuyá). Además tienen muy buenos vinos. Los sábados siempre se sirve la tradicional feijoada. Domingos, cerrado.



14.30
Después del almuerzo, es oportuna una caminata por la Rua da Carioca, muy conocida porque allí se festeja siempre el aniversario de la ciudad, el 1° de marzo. Colocan una torta enorme y todos los pobladores pueden comer una porción. También en esta calle está el tradicional Bar Luiz (Rua da Carioca 39). Aquí se toma una de las mejores cervezas acompañadas con comida típica alemana.



15.00
Conviene continuar el trayecto en auto, transitando por la avenida Niemeyer hacia el sur, por los barrios de Leme, Copacabana, Ipanema y Leblon. La mayoría de los habitantes de la ciudad, los cariocas, aprovechan la playa como una extensión de las casas. Se los ve paseando con los niños, corriendo, practicando deportes, tomando agua de coco o un chop en el calzadón, amplia vereda que separa la calle de la playa donde se alquilan sombrillas y sillas por 5 reales (US$ 3).


Leme ofrece dos cuadras con bares donde tomar una copa frente al mar al final de la tarde. Otra opción es cenar en la churrasquería Marius (Av. Atlántica 290), conocida por la buena comida y la decoración poco común, con piezas de anticuario, un poco kitch y, hay que decirlo, bastante caro.

La avenida Princesa Isabel divide Leme de Copacabana, la playa más conocida, que debe su nombre a la virgen boliviana protectora de los que viven cerca del agua. Un impactante cuadro de mosaicos de tres kilómetros, diseño del arquitecto paisajista Burle Marx, acompaña la costa.

Ubicado frente a la playa está el legendario Copacabana Palace, un hotel construido en 1923, que perteneció a la tradicional familia Guinle. Saltó a la fama con la película “Volando a Río”, protagonizada por Ginger Rogers y Fred Astaire, quienes entonces bailaron juntos por primera vez.

Este es, sin dudas, un barrio de bohemia, glamour y riqueza que dio origen a variados temas musicales, libros, pinturas y fotografías. Durante la semana se puede conocer la feria del calzadón y tomar algo en la sucursal de la Confitería Colombo, donde termina Copacabana, ubicada en el Forte de Copacabana, junto a una colonia de pescadores.



17.00
Del otro lado de este fuerte comienza la playa Arpoador, donde se ve la mejor puesta del sol, y se distinguen las playas de Ipanema y Leblon. A lo largo de toda la costa hay postos (puestos) de playa, numerados para que la gente se ubique fácilmente. Cada uno tiene su particularidad aunque todos comparten su blanca y fina arena. El posto 10, en Ipanema, por ejemplo, es de los mauricinhos y patricinhas (jóvenes de buena posición económica), los puestos 9 y 8 son para los coloridos, como denominan los cariocas a los gay. Después del puesto 7 están las playas preferidas por los surfistas.


En Ipanema, uno de los lugares más famosos es el bar Garota de Ipanema decorado con fotos y cuadros que atestiguan que en los años 70, Tom Jobim y Vinicius de Moraes escribieron la música y letra de la canción que inmortalizó a Helô Pinheiro.

La calle más importante para realizar las compras es Visconde de Pirajá donde hay varias boutiques y joyerías de marcas renombradas como Louis Vuitton, Cartier y Stern. Los mejores jugos de maracuyá y otras frutas están en los polijugos, en María Quiteria y Visconde de Pirajá.



20.30
En Leblon está la Academia da Cachaça, bar especializado en esta bebida, que se extrae de la caña de azúcar. Se la consideró ordinaria hasta que la Academia –tiene una sede en Barra de Tijuca– buscó a los fabricantes artesanales, la mejoraron y hoy tienen 100 diferentes marcas de los 27 estados. Aquí puede cenar unos pastelitos de camarón y un ñame crocante inolvidables. La botella de cachaça “Anisio Santiago” cuesta US$ 100. Se bebe sola, ¡no se le ocurra usarla para una caipirinha!

Después de un día agotador es hora de que el viajero tome un descanso en su hotel y se prepare para participar de una noche inolvidable, con la Escola do Samba Académicos do Salgueiro, una de las más populares. Tenga en cuenta que la temporada de ensayos de las escolas comienza hoy y se extiende hasta el 27/2. Se realizan los fines de semana, desde las 18, en el Sambódromo.



SEGUNDO DIA
8.00 Comienza un día intenso para conocer otro ícono: el Pan de Azúcar. Un teleférico de dos estaciones lo lleva a la cima en tres minutos. La primera, hasta el morro de Urca donde puede tomar un helicóptero para hacer un paseo sobre la ciudad. En la segunda parada hay un anfiteatro en el que se presentan espectáculos, un rincón que exhibe vagones de los primeros teleféricos (1902), un extenso mirador salpicado por cómodos sillones y sombrillas, rodeados de vegetación, y algunas confiterías donde se puede comer y beber. El teleférico sale cada 20 minutos.

Desde el mirador se observa toda la ciudad y el Corcovado. Hacia abajo está la Praia Vermelha donde hay un antiguo restaurante (en la noche se puede sentar afuera y observar desde allí el Pan de Azúcar iluminado). A la derecha se ve la playa y el parque de Flamengo; del otro lado, la ciudad de Niteroi, la entrada de la bahía, dos fuertes y el museo de Niemeyer. Hacia abajo, en el barrio de Urca, se divisa la Cruz de Malta, punto 0 de Río.


10.00 Si puede, no pierda la oportunidad de viajar en helicóptero. Es una emoción indescriptible ver la ciudad desde el cielo. El inmenso mar azul contenido por una interminable cinta blanca de arena, bordeada del verde intenso de la vegetación desde donde surge la ciudad. Los brazos abiertos del Cristo muestran la magnificencia de una ciudad soñada. El Maracaná en arreglo, el Sambódromo vacío esperando el carnaval, la Lagoa de Freitas con un enorme árbol de Navidad navegando en sus aguas y los morros con sus favelas. Recorrido de 30 minutos, 520 reales (US$ 315, www.helisight.com.br).



12.00
Una vez en tierra y recobrado el aliento, tómese un par de horas para conocer el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói. El puente que une esta ciudad con Río de Janeiro, Costa Silva, mide 14 km en total (8 km sobre el mar). Niteroi es muy conocida por la arquitectura de Oscar Niemeyer, quien fue invitado a crear este museo que alberga más de 1.500 obras de la mayor colección contemporánea de artistas brasileños, desde 1950 hasta la actualidad, y donadas por João Satamini. Abre de martes a domingo de 10 a 18. La entrada cuesta 5 reales (US$ 3) y los miércoles es gratis. Hasta marzo, expone Reynaldo Roll “Memoria de una Mirada”.

A la salida, puede beber un agua de coco en la vereda mientras disfruta de una vista diferente de Río de Janeiro, desde enfrente.



14.00
De regreso en Río, almuerce el mejor pescado y frutos de mar en el tradicional restaurante Albamar (Praça Marechal Âncora, 186, en el Centro) de estilo Art Noveau, recién remodelado (vaya bien vestido). En el primer piso está el restaurante circular rodeado de ventanales. Las mesas, decoradas con copas de diferentes formas y colores, le dan un toque singular. La comida está a cargo de los chefs Luiz Incao y Adilson Batista que se destacan con su Badejo grelhado com risoto de limao siciliano, ao molho “Bonne fame” francés y el sorvete de canela. Mirando hacia el mar, se ve una pequeña isla con un castillo de estilo neogótico construido en 1889, la isla fiscal, donde se realizó el último baile del imperio.



15.30
Después del almuerzo se puede recorrer Cinelandia, la zona donde el alcalde abre oficialmente el carnaval entregando la llave de la ciudad al Rey Momo, mientras medio millón de personas baila en la plaza el tradicional baile de la bola preta. Si no es carnaval, puede conseguir lugar y tomar una cerveza en un clásico: el bar Amarelinho (Praça Floriano). En diagonal está el Teatro Municipal, una réplica de la Opera de París, que cumplió 100 años; el Museo de Bellas Artes, cuya arquitectura es similar a la del Louvre, y la Biblioteca Nacional, la más importante de todo el Hemisferio Sur. Alberga dos de las quince biblias de Gutenberg y el primer poema épico de Luis de Camões sobre el comienzo del Brasil: “Caminha - Os Lusíadas”.

Puede continuar la visita en la plaza XV de Noviembre, donde Pedro II liberó oficialmente a Brasil de Portugal. También fue escenario del golpe militar contra la familia real, que acabó con la monarquía en 1889, un año después que se liberaran los esclavos.

Podrá conocer el palacio Tiradentes de 1922, de estilo neoclásico, la iglesia de San José y, enfrente, el Paço Imperial, antigua residencia de los gobernadores del Brasil colonial.


Junto a la antigua Bolsa de Comercio, un poco escondido, está el Arco do Teles, donde vivió la cébre actriz y cantante Carmen Miranda, estrella de Hollywood, quien en los años 30 fue una de las artistas mejor pagas. Su oficio era la confección de sombreros y creó los sombreros con frutas, que aún hoy usan las escolas do samba.


A una cuadra está la iglesia que fue durante mucho tiempo la Catedral, Nuestra Señora del Carmen, del siglo XVIII, estilo rococó y barroca. Enfrente está la Traversa do Comercio, un lugar encantador de calles angostas donde la gente va a comer y tomar cerveza después del trabajo. La calle más antigua es la Rua de Obridor con casas de fin del siglo XVIII muy bien conservadas. Continuando por allí se sale a la Av. Rio Branco donde todavía sigue abierta la farmacia más antigua y famosa, “Granados”, de 1870, donde hacía sus pedidos Pedro II.

19.00
Alejándose un poco del Centro, está el barrio Urca. En una vieja casona funcionaba el antiguo casino hasta los años 40, cuando se los prohibió en Brasil. Este edificio se está reciclando y albergará el nuevo Museo de Televisión y Diseño. Muy cerca, en una de las callecitas del barrio, funciona el Bar Urca (Rua Cândido Gaffrée 205), un lugar de encuentro muy concurrido por los cariocas que vienen a beber una cerveza con bocadillos después del trabajo. Frente al bar hay un muro –el verdadero atractivo– con una espectacular vista sobre la bahía de Guanabara. Un lugar allí es lo más codiciado al atardecer.



20.00
Puede darse una vuelta por el barrio de Lapa donde hace unos 10 o 12 años comenzó la moda entre los anticuarios: realizar un happy hour con música para sus clientes. Uno de los lugares que tuvo más suceso fue Rio Scenarium (Rua do Lavradio, 20) una casa donde se alquila todo lo necesario para las escenografías de teatro, cine y televisión. Su director, Plinio, logró un cambio increíble. Allí se puede cenar y bailar principalmente música brasileña, el chorinho, que prácticamente había desaparecido. Los ambientes están decorados con antigüedades deliciosas, con muy buen gusto y estética. Un placer para la vista. Con Río Scenarium se recuperó el barrio de Lapa.



1.00
Para despedirse de la ciudad, el mejor lugar es el Bar Jobi (Av. Ataulfo Paiva 1166, Leblon). Encontrará una excelente cerveza y un ambiente acogedor donde todos charlan con todos: jóvenes en traje de baño con gente mayor que regresa de un casamiento, y turistas con cariocas trasnochados. En las mesas se escuchan distintas lenguas. No se sorprenda si recibe una rosa y un piropo de un desconocido. Consérvela junto a los mejores recuerdos de esta ciudad maravillosa.

Por Susana Marinucci, diario Clarín, 2011.

miércoles, 12 de enero de 2011

Ganadores del Concurso Farmacias Bauzá y Thennat te llevan de viaje!

El día 6 de enero se llevó a cabo en la sucursal Guemes de Farmacias Bauzá el sorteo del concurso Farmacias Bauzá y Thennat Travel te llevan de viaje! ante el escribano Federico Lallement.

Resultaron ganadores:
  • 1er Premio Estadía en Cataratas del Iguazú (03 noches): Sra. Haydee Tripodi, DNI 0.518.103 de Vicente Lopez
  • 2do Premio Estadía en San Carlos de Bariloche (03 noches): Sr. Stefano Clavel, DNI 34.851.440 de Mar del Plata
  • 3er Premio Kit de viaje Thennat: Sra. Alegria Gulminelli, DNI 12.729.514 de Mar del Plata






Muchas Gracias a ellos y a todos los que participaron...!
Hasta la próxima!
Ver Condiciones del Concurso:

lunes, 10 de enero de 2011

Celulares en movimiento: Las mejores herramientas para viajeros, en la pantalla del teléfono...

Mapas y guías, pero también aplicaciones para tomar un vuelo, convertir una moneda o encontrar los baños más adecuados en determinada ruta, entre otras mil opciones listas para descargar y usar...





Había una vez un tiempo en que los teléfonos celulares servían para hablar. Hoy se usan para hacer el check-in de un vuelo y recibir la tarjeta de embarque, para saber dónde estacionamos el auto, para prevenir embotellamientos en autopistas, para encontrar un hotel donde alojarse, un restaurante donde calmar nuestros antojos o, incluso, un baño cercano para salvarnos de una urgencia. Y de paso para hacer o recibir llamadas, si aún queda tiempo.

Sería imposible tratar de abarcar las miles y miles de aplicaciones disponibles para los llamados teléfonos inteligentes o smartphones. Para darse una idea de la magnitud del fenómeno, basta con saber que sólo desde el Apple Store se han descargado hasta hoy 4000 millones de programas para unos 150 millones de dispositivos, con 75 países de alcance.

Y eso, decíamos, solamente para iPhone y iPod (comercializados por Apple). Sin contar los BlackBerry, Android, Nokia, Microsoft y otros equipos que también cuentan con millones de usuarios.

Otra distinción por tener en cuenta es que algunas aplicaciones funcionan en ciertos países, o ciudades, y en otros no. Que algunas son gratuitas y otras pagas. Que las hay para todos los rubros, desde el financiero (BillMinder o BillTracker, por ejemplo, ayudan a controlar las cuentas, cosa de no sufrir más por ese recibo que se venció o por el servicio que cortaron) hasta el de salud (SunSmart, sin ir más lejos, alerta sobre las radiaciones ultravioletas).

En materia de viajes, la oferta es igualmente abrumadora. Pero en la era 2.0, no está de más tomar nota de algunos programas que pueden simplificarnos la organización de las vacaciones, sean éstas en una playa, una montaña, una megaciudad o lejos de todo rastro de civilización.

El boarding pass, en el celular

En los aeropuertos el uso de los servicios de base móvil están en plena expansión Cada vez más aeropuertos (por ahora de Europa y Estados Unidos) dan la posibilidad de recibir el boarding pass en el teléfono celular, con un código de barras que certifica la identidad del pasajero, sin necesidad de trámites, filas y de tener que imprimir la tarjeta. Se calcula que para fines de este año el 32% de los pasajeros realizará el check in online vía celular (a través de un sistema que lee el código de barras en la pantalla del teléfono).

Además, también se puede recibir un mensaje de texto con información sobre la puerta a la que ha llegado el avión, ubicar por satélite la posición del pasajero en el aeropuerto o indicarle cuánto tiempo tiene de caminata hasta el sector desde donde parte la siguiente conexión.

El 37% de los aeropuertos comunica status de vuelos al celular del pasajero. Lo implementarán a fines de 2011 un 21% más.

Con el sello nacional

Argentina late con vos es el nombre del nuevo eslogan con el que el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur) comenzó a promocionar el país, y que promete ser mucho más que una frase pegadiza.

Primero, porque la campaña incluye la renovación total de su página web ( www.argentina.travel ), que ahora cuenta con un lenguaje visual totalmente novedoso y la posibilidad de una mayor interacción con los usuarios, fundamentalmente a partir de redes sociales como Facebook, Twitter y Orkut.

Segundo, porque también incorporó la aplicación Argentina Tourist Guide, que permite a los turistas visitar el país de una forma más dinámica y rápida, y que se puede bajar gratuitamente del sitio de Apple Store.

"Con todas estas actualizaciones, estamos trabajando para homologar la presencia de la Argentina en el mundo", señaló el secretario ejecutivo del Inprotur, Leonardo Boto, al tiempo que remarcó que las aplicaciones (por ahora en sus versiones inglés y español) también estarán disponibles en breve para BlackBerry y Android.

Básicamente, estas herramientas permiten identificar de manera fácil los principales puntos de interés de cada provincia e incluso localidad (con la ayuda de mapas interactivos), encontrar alojamiento, cargar baterías de juegos, cruzar fotos o compartir experiencias con amigos, entre otras funciones.

El contenido está dividido en los ejes temáticos que se utilizan para posicionar al país: Argentina Natural, Activa (asociada a actividades deportivas), Auténtica (Patrimonios de la Humanidad y Turismo Cultural, desde fútbol a tango), Gourmet y de Reuniones.

Según subrayó Boto, sólo seis países cuentan con aplicaciones de este tipo en materia de turismo, aunque a nivel privado existen desarrollos similares en las principales ciudades del mundo.

Discovercities

La guía perfecta para peatones, ideal para recorrer una ciudad a pie o en transporte público. Esta aplicación es capaz de calcular el estado del tráfico y, en función del resultado, recomendar al usuario que haga el trayecto en ómnibus, tren o subte. Indica cuáles son las paradas más próximas, así como la periodicidad del servicio y el tiempo que se tarda en llegar a destino. En América latina, está disponible en varias ciudades de México y Brasil, además de Buenos Aires, Santiago de Chile y Caracas (Nokia, gratis con el equipo y iPhone).

Sitorsquat

Puede sonar insólito, y tal vez lo sea, pero a la hora de ir al baño en tierra desconocida, esta aplicación será más que bienvenida. Sitorsquat (que puede traducirse como "sentarse o ponerse en cuclillas"), en efecto, brinda indicaciones para encontrar el WC más cercano. Tiene registrados más de 97.772 baños de todo el mundo, desde Mozambique a París. (Gratis, para iPhone y BlackBerry).

G-Park

¿Cuántas veces nos olvidamos dónde estacionamos el auto? Para los más distraídos, basta con tocar una función que dice Park Me! apenas se encuentra un lugar donde estacionar. Más tarde, al volver, se presiona Where Did I Park?, y voilá!, el iPhone indicará cómo llegar hasta el auto. (US$ 0.99, para iPhone)

Tripit

Lo llaman el asistente personal de viajes, ya que recoge y organiza en una única aplicación toda la información relacionada con los mismos. Parece sencillo, y lo es, aunque no por ello deja de ser útil. ¿Cómo funciona? El usuario reenvía todos los datos de su itinerario, desde los mails de la aerolínea (o tickets electrónicos) hasta los de reserva de hotel, alquiler de auto, entradas de espectáculos y otros servicios contratados, a plans@tripit.com. Tripit, a su vez, los devuelve con el viaje ordenado en un solo documento, agregando mapas, información meteorológica, eventos en el destino y hasta imágenes del lugar. (Gratis, para iPhone, BlackBerry y Android.)

FlightTrack

Se acabaron las llamadas para decir que el vuelo está retrasado, que llegamos bien, que ya nos pueden pasar a buscar, que no nos busquen nada porque el vuelo se canceló... Con esta aplicación, cualquiera -desde el pasajero hasta su familia- puede obtener información actualizada en directo sobre vuelos de todo el mundo. FlightTrack consulta los mapas de vuelo con radar meteorológico, comprueba las puertas de embarque, chequea retrasos o cancelaciones, estima horarios de despegue y aterrizaje y accede a información aérea como el tipo de avión, la velocidad y la altitud (US$ 4.99, para iPhone y BlackBerry).

Flashlight

Si a uno lo agarra la noche más oscura paseando o un repentino corte de electricidad, este programa permite convertir el teléfono en una linterna. Y con un detalle: se pueden elegir los colores de las luces. (Gratis).

Aroundme

Paradas de taxis, farmacias, bares, hospitales... Aroundme indica todos los establecimientos que nos rodean en un radio de unos 3 km. De esta forma, si uno está en una ciudad que no conoce lo puede usar para buscar el cajero más cercano, trazar la ruta hasta el mismo e incluso llamar a ese banco para comprobar su horario (Gratis, para iPhone).

Waze

No es exactamente la versión local de MapsBuddy, pero Waze también funciona en la ruta, más precisamente en las de Argentina. Se trata de una aplicación gratuita que agrupa a conductores y pasajeros para que colaboren entre sí. De esta manera, los usuarios pueden actualizar los mapas, compartir datos sobre lo que está sucediendo en tiempo real con el tráfico, informar sobre las últimas condiciones de la ruta (con cierre de calles y congestionamientos), entre otras alertas (Gratis, para BlackBerry, IPhone, Android y Nokia)

Mapsbuddy

Hace capturas de Google Maps y así ofrece alternativas en la ruta para acortar caminos, encontrar estaciones de servicio, restaurantes, cajeros, museos y todo lo que se necesite en el camino (gratis, para iPhone).

Word Lens

Parece más el truco de un ilusionista que un programa de software. Con la ayuda de la cámara integrada dentro del smartphone de Apple, esta aplicación traduce palabras dentro de textos de manera instantánea. No requiere más que apuntar a la palabra que se quiere traducir con la cámara del Iphone y éste la traduce al instante. Por el momento, la aplicación sólo ofrece traducción directa del inglés al español y viceversa, aunque está previsto que se incorporen más idiomas en el futuro, incluido un lector para ciegos. Ah, y funciona sin necesidad de estar conectado a Internet. (Gratis, para IPhone).

Urbanspoon

¿Sushi, vegetariano o tai? A la hora de elegir dónde comer en Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá o Australia, este programa identifica restaurantes y locales de comida rápida en los países mencionados. Se pueden ver los precios, el menú y las críticas gastronómicas (para iPhone, gratis)

Gateguru

Para hacer las esperas en los aeropuertos más soportables, ayuda a encontrar entretenimientos y servicios en la terminal donde uno se encuentra, desde el libro más conveniente para leer en el avión hasta el mejor suvenir para llevar a casa. También localiza cajeros automáticos, enchufes para cargar baterías y áreas de descanso, entre otros servicios. Los usuarios pueden sumar más datos, votar las sugerencias más útiles e incluso agregar fotos de los lugares que ya aparecen en Gateguru (gratuito, para iPhone).

Currency

Permite consultar la cotización de más de 90 divisas del mundo entero (Android y IPhone, gratis).

Liligo

Es un metabuscador de viajes que brinda la posibilidad de acceder en forma permanente a la oferta de más de 250 webs de viajes, con la opción de reservar y comprar pasajes en el momento. (Gratis, iPhone)

NYC Way

Exclusiva para turistas de la Gran Manzana y neoyorquinos por igual, tiene absolutamente todos los datos actualizados de la ciudad, desde entretenimiento hasta localización de cámaras de seguridad. Para no perderse nada de nada. (Gratis, para iPhone, Android y BlackBerry).
Road Trip Fun

Un alivio para padres, su función es entretener niños en la ruta, sobre todo en ese instante decisivo en que empiezan a ponerse sencillamente insoportables. Descarga decenas de juegos para que las horas en el auto pasen más rápido, tales como el I Spy (Yo espío) 20 Questions (20 preguntas) y License Plates (Patentes). (US$ 0,99, para productos Apple)

Booking

La improvisación no es buena, pero nunca se sabe y tener una app enfocada a la búsqueda de alojamientos puede ser muy útil, no tanto para hacerlo el mismo día del aterrizaje, pero sí para organizarlo con tiempo sin necesidad de estar buscando en miles de webs.

Por Teresa Bausili para La Nación, enero de 2011.

viernes, 7 de enero de 2011

Argentinos por el Mundo...

Compartimos con ustedes esta imagen que nos envian nuestros amigos y clientes desde Buzios donde disfrutan del sol y la playa en un contexto pleno de naturaleza. Lo simbólico siempre esta presente: el mate y el bolso de Thennat Travel! Gracias! 

miércoles, 5 de enero de 2011

El Mar Irresistible... Temporada en la Costa

Clásico entre clásicos, hablar de vacaciones veraniegas y de playa es lo mismo para gran parte de los turistas, que se acercan tanto a los tradicionales balnearios rebosantes de servicios como a las crecientes playitas alejadas del bullicio. Un repaso de punta a punta, entre olas y días costeros, por esos lugares que despiertan una inexorable seducción.




Todos coinciden: será una muy buena temporada. Tanto por el clima económico general como por las reservas confirmadas, y porque la costa nunca pierde su encanto, que fusiona en no muchos kilómetros tranquilidad y ritmo arrollador, tumultos juveniles y andares relajados, viajecitos gasoleros y prestaciones premium. Algunos van más allá y arriesgan que este verano marcará registros históricos en la recepción de turistas. Aquí un repaso sobre las típicas ciudades balnearias –como Mar del Plata, Miramar, Pinamar o Villa Gesell– hasta llegar a balnearios menos poblados, como Mar de Cobo, Orense o Las Gaviotas, que van ganando adeptos camino de la Autovía 2 y sus desvíos.


Sombrillas al borde del mar. La postal más veraniega de la costa bonaerense.

ESA BATALLA Los precios son el tema de cada verano. Por eso los organismos intentan acordar con agentes inmobiliarios y prestadores en general una suba “que no mate al turista local y lo incite a elegir otros destinos”, según sus propias palabras. Claro que en tiempos de bonanza parece imposible una suba leve, más si la diferencia cambiaria sigue siendo positiva respecto de otras costas tentadoras, como la brasileña y uruguaya. Pese a que se registran subas de entre un 20% y un 30%, desde el Emtur de Mar del Plata se confirmó que el aumento sugerido fue de un 10%, sobre todo hacia la hotelería, aunque los números han quedado por encima, en particular en recreación, gastronomía y balnearios. “También es cierto que acá es imposible dar un número estricto, porque al ser la ciudad más competitiva de la costa tenés una variedad enorme: podés comer rabas por 20 pesos en un parador playero, y pagarlas 70 en un restaurante del puerto. Y no es lo mismo un dos ambientes del centro que uno con bajada a Playa Grande”, explica Maximiliano Escalisi, del mismo Ente. La misma sugerencia llegó a otros distritos, como Mar Chiquita, Miramar y Gesell, pero todos hablan de “base de precios” y no de “topes”.


DESDE EL NORTE Asumido el precio del descanso, sólo queda disfrutar. Pegaditas a la Bahía de Samborombón, San Clemente del Tuyú, Santa Teresita y San Bernardo son las tres primeras urbes de importancia en cuanto a servicios gastronómicos, hoteleros y de agenda recreativa del norte bonaerense. Hay que tomar la Autovía 2 y empalmar con la R63 y la Interbalnearia 11 para llegar al siempre imponente Mundo Marino, el primer parque temático del país y el Oceanario más grande de América del Sur, quizá la mayor atracción de San Clemente junto a sus Termas Marinas. Aquí cada viernes se realizará de manera gratuita el Festival Folclórico del Tuyú, y los sábados habrá bandas como Catupecu Machu, Los Pericos, Los Cafres y La Mancha de Rolando, mientras se ha anunciado para febrero la presencia de Iñaki Urlezaga en el Festival de Danza de Mar. De Santa Teresita hay que destacar su concurrido centro, cuando la Calle 2 se torna peatonal a partir de las 20 y todo es disfrute a pleno entre comercios de productos regionales, restaurantes, entretenimientos, teatros y librerías. La visita a la réplica de la carabela Santa María y el Camino del Jagüel son dos propuestas interesantes de la ciudad, además de la playa. San Bernardo muestra con fuerza ese mix de calma cotidiana en el andar, con calles arboladas y amplias franjas de arena, conviviendo sin perturbaciones con importantes edificios, confiterías y pubs llenos, extendidos a lo largo de las avenidas San Bernardo y Chiozza. Allí hay que visitar el Museo de la Fundación y las instalaciones del legendario Observatorio de la Costa. Las Toninas, Costa del Este, Aguas Verdes, Costa Azul, La Lucila del Mar, Mar de Ajó y Nueva Atlantis rodean como balnearios alternativos y menos poblados a estas tres grandes, dando el primer pantallazo de un clásico extendido de punta a punta: las playas aledañas a las capitales costeras crecen sin pausa (Aguas Verdes en visitas, Mar de Ajó con su casino), tratando de mantener la esencia de villa balnearia, donde son posibles los paseos con chicos y la lectura orillera.


La plaza Colón de Mar del Plata, frente al casino y al pie de la peatonal San Martín.

POR LOS BOSQUES Siguiendo la costa hacia el sur llegan las cuatro localidades “y media” del partido de Pinamar: su ciudad homónima, Ostende, Valeria del Mar, Cariló y la naciente Montecarlo. Ese fluctuar entre el ritmo de las grandes ciudades y las costumbres de pequeños destinos se hace aún más fuerte aquí. Pinamar es de por sí una fija cada verano, producto de su historia y belleza, con lugares encantadores hacia las afueras, donde las dunas se han vuelto calles que van y vienen entre caserones y montes. Pero lo que llama aquí es la movida céntrica, parecida en onda y visitantes al microcentro porteño, con un centro comercial pequeño pero que compite en marcas y servicios con la propia Buenos Aires, y con balnearios que poseen piletas y chiringuitos dentro del agua, como en el inmortal CR, y otras a la moda como UFO Point, El Signo o El Más Allá. A principios de enero será la fiesta que inaugure la temporada, y en la arena la juventud será protagonista como siempre con el surf y las tocatas de rugby, espectáculos musicales y competencias de fútbol y polo, con noches conquistadas por los boliches de renombre. Habrá un Festival de Jazz en el Mar y un ciclo de conferencias de escritores, junto al tradicional circuito del Casco Histórico y la llamada del morro, donde es posible alzarse con una buena corvina, lenguado o pejerrey. Pegaditas aparecen Ostende y Valeria del Mar, menos glamorosas pero con una riqueza de callecitas de tierra-arena, y bosques poco alterados por el crecimiento, que suman playas menos pobladas y otras clásicas como Barlovento y El Faro. Con tarifas que crecen exponencialmente apenas se pasa la cuadra que la separa de Valeria, la vecina y coqueta Cariló da un salto de calidad: invita al spa de playa Hemingway, a su campo de golf de 18 hoyos y a conciertos en el bosque cada jueves. Sinónimo de bosques de cipreses, cedros, abetos y pinares; de confort, lujo y cabañas perdidas entre los médanos, acompaña con cierto aire de rústica elegancia las últimas novedades del mercado textil, automotor y de servicios del país. Lo que queda de la zona ya no es una incógnita: aún lugar de dunas y pinos, Montecarlo es, según dicen, lo que viene. Se trata de un balneario que “todavía no es” y que en los registros del Museo Histórico de Pinamar cuenta como sitio al que sólo se accede para curiosear en 4x4 por la playa, pero que en poco tiempo podría ser otro de los destacados del partido.



ENTRE LOS MEDANOS A 10 minutos por la Interbalnearia, un nuevo agrupado costero aparece en el mapa bajo el departamento que comprende a Villa Gesell, Mar de las Pampas, Mar Azul y Las Gaviotas. Gesell es un emblema de pueblo juvenil y familiar, que no para de crecer desde su creación hace casi 80 años: tras una notable obra de forestación, el “Loco” Carlos Gesell logró fijar los médanos y transformar la zona en un área boscosa, fundando calles y paisajes de tamarindos, acacias y eucaliptos entre las más de 100 variedades a lo largo del distrito. Aquí habrá alternativas y talleres en torno de la Casa Museo Histórico, y vida agitada sobre las tablas: las de sandboard en las bajantes de dunas y médanos, y las de surf con las frecuentes competencias. Los servicios en los balnearios y la ciudad también crecen al ritmo de las visitas, y los hay desde los nudistas-naturistas a otros modernos y súper equipados con accesos para personas con discapacidad, baños públicos, duchas, vestuarios e inspecciones alimentarias. La reserva dunícola, ideal para salidas en jeep o cabalgatas nocturnas, así como el imponente Faro Querandí, son otras opciones. Privilegiada en su armado y diseño, a diferencia de Gesell, que fue creciendo como pudo, Mar de las Pampas es el lugar top en la zona, agreste pero refinado, con la revalorización de lo natural y ciertos aires de exclusividad presentes sobre todo en sus costos. Las restricciones a la presencia de autos cerca de la playa y el cierre al ingreso de grandes anunciantes son rasgos conservacionistas, aunque algunos comerciantes aseguran que todo llega con el tiempo. Muy buena atención, excelente gastronomía y servicios cada vez más completos son sus pilares, junto con los médanos extendidos hasta el mar. Los dos balnearios vecinos son la opción económica y alejada, que sólo ven pasar autos y gentes de tanto en tanto. Mar Azul primero y Las Gaviotas después, se separan apenas por una cuadra común y corriente, y salvo la cercanía con el Faro Querandí podría decirse que nadie iría hacia esos lados. Allí, lo clásico es lo que natura provee: médanos y más médanos, pilas de caracoles cuando baja la marea y algunas aves raras para quien gusta de la fotografía. Lo demás es vida tranquila, con algún almacén cerca y todo el mar para uno.


Mar de las Pampas, para vivir sin prisa en el corazón del bosque.

EN EL CENTRO En el centro de la escena está Mar del Plata, la reina de la costa, que recibe olas del mar y olas de gente desde todos los rincones del país y el exterior. Apenas un dato: es la primera ciudad en materia de plazas hoteleras de la Argentina (incluso más que Buenos Aires), de acuerdo con fuentes oficiales. Su proximidad, centralidad y corredor atlántico indiscutible, sus centenares de restaurantes y paradores gastronómicos, las decenas de obras callejeras y shows en vivo, el casino, los boliches y bares de la avenida Constitución dicen que es la gran metrópolis a orillas del océano. Playas abarrotadas y algunas más tranquilas y extensísimas como en Punta Mogotes, junto con el vecino faro, la hacen tan bella como inabarcable. La Fiesta Nacional del Mar, el Concierto Gala de Playa Grande (21 de enero, gratuito) y la Fiesta de los Pescadores serán eventos clave de enero, mientras febrero tendrá los premios Estrella de Mar y la Fiesta Provincial.



Párrafo aparte para su puerto, de lo mejor en el país en cuanto a mariscos se refiere, que marchan frescos y rápidos gracias a los buques pesqueros y barquitos de media, que entran y llegan de altamar con la carga del Atlántico. En sus restaurantes de renombre (Chichilo, Minipez, El Centellón) no faltan mejillones en su cáscara, camarones al ajillo, calamares en escabeche, picada de rabas y un surtido de mariscos a la parrilla para perder la línea sin culpa. Apenas a 18 kilómetros está Santa Clara del Mar, vecina predilecta y buena opción para el paseo diario en busca de playas más tranquilas y con acantilados. Además de las tradicionales salidas de pesca embarcado, hay que tener en cuenta del 20 al 24 de enero la Fiesta de la Cerveza Artesanal. Separada apenas por el canal de Costa Corvinas comienza Mar de Cobo, un balneario que pica en punta. Apenas con la avenida de entrada asfaltada y senderos de arena zigzagueantes al compás de acantilados, su belleza y pocos servicios, junto con sus casitas de madera a metros del océano hacen de este desprendimiento de 300 hectáreas de la vieja estancia San Manuel la opción natural y despoblada de la zona, aunque no más económica. Un poco más al norte y cabecera del partido, Mar Chiquita invita a una laguna única y reconocida por su biodiversidad, que recibe aguas dulces tanto como las saladas del mar y genera islas y corrientes donde los pescadores muestran sus destrezas con botas hasta el cuello para sacar la pieza célebre de la zona: el lenguado.



SUREÑAS Miramar es tal vez el segundo destino más tradicional después de Mar del Plata. Su corredor atlántico también es sobresaliente, y su peatonal, un arrebato de ofertas gastronómicas y diversión. Gran apuesta es la completa agenda de actividades deportivas 2011, con presentaciones del Showbol, el Seven de Rugby, buceo, polo y golf, así como la incorporación de vuelos de bautismo en planeadores. Sus opciones “verdes” le suman también mucho más que vida playera. Perteneciente también al partido de General Alvarado, la creciente villa balnearia Mar del Sud es la alternativa tranquila para quien sólo quiere ruido de olas. A 15 kilómetros de Miramar, perfecta para la búsqueda de grande caracoles y para recorrer sus arenas vírgenes, invita a conocer los vestigios del Boulevard Atlántic Hotel, de 1880. A pocos kilómetros se alza la otra gran urbe, Necochea, con su colosal puerto Quequén, utilizado para los traslados de cereales al mundo oriental. La ciudad es enorme de veras, y en pocos metros conjuga tres imágenes perfectas: un denso espacio verde compuesto por las 640 hectáreas de la reserva forestal Miguel Lillo, sede de la segunda edición del Festival de Folclore (4 al 11 de enero) y de la Fiesta de las Colectividades (21 al 23 de enero); los edificios medios y altos de la ciudad paralelos a la costa, y la fantástica desembocadura del río Quequén Grande.



Costa Bonita, Mar y Sol, Orense, Claromecó, Monte Hermoso y finalmente Pehuen-co concluyen este recorrido. De diseño semicircular y destacado mirador del médano 40, Orense es buen ejemplo de ello. Principal centro turístico del partido de Tres Arroyos, Claromecó es el paraíso de los pescadores por su variedad ictícola, y festejará este verano las bodas de oro su competencia 24 Horas de la Corvina Negra. El barrio residencial Dunamar y la Estación Forestal Bellocq son los últimos parajes antes de la creciente Monte Hermoso y Pehuen-co, poseedor de un vivero municipal y curiosas casa-barco y casa-molino. Allí el atractivo imperdible es el yacimiento huellas fosilizadas de megaterio, de 12.000 años de antigüedadz

Por Pablo Donadio para Página 12, enero 2011.

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