jueves, 24 de diciembre de 2009

Muchas Felicidades!!

En estas Fiestas los mejores deseos para todos nuestros Amigos... Amor, Salud, Trabajo... y Buenos Viajes! ....

( click en la imagen para agrandar)

domingo, 20 de diciembre de 2009

Agua.... Por un Consumo Sustentable!

El Grupo de Diarios de América (GDA) publica en los 11 periódicos más importantes de la región de igual número de países ?México, Costa Rica, Puerto Rico, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, Chile, la Argentina y Uruguay? una radiografía sobre las amenazas y retos que le esperan a la región frente al tema del agua, a propósito del apocalíptico mensaje que dejó la reciente cumbre sobre el clima que se celebró en Copenhague.




Pocas regiones del mundo gozan del privilegio natural que emana de las montañas, selvas y glaciares que forman la geografía de América Latina: el agua.

De México a Argentina, el preciado líquido cumple con creces la misión salvadora de brindar un recurso del que no goza el 50 por ciento de la población de África subsahariana (unos 314 millones de personas), mientras que en esta parte del mundo el acceso al agua potable alcanza niveles del 90 por ciento en la mayoría de países.

Sin embargo, esa buena disposición de agua no consigue calmar la sed de millones de personas que aún no reciben este recurso por distintas razones: inequidad, pobreza, corrupción y un desperdicio que sólo puede generar vergüenza.

Venezuela: situación grave
En la provincia de Buenos Aires aún hoy, en pleno siglo XXI, hay 3,5 millones de personas que no consumen agua potable, según varias organizaciones no gubernamentales. Y en Costa Rica, con 4 millones de habitantes, apenas un millón tiene alcantarillado. La principal fuente hídrica de miles de personas son los pozos subterráneos, que suelen estar contaminados por los mismos desechos orgánicos.

Venezuela vive una situación dramática de racionamientos en todo el país agravada por el pésimo estado de su infraestructura. Colombia, considerado uno de los países con mayor potencial hídrico del mundo, tiene al borde de carecer de este recurso a casi la mitad de su población, y ahora enfrenta el fenómeno de El Niño.

"Estamos con la profunda preocupación de una larga sequía", alertó al mundo el propio presidente Álvaro Uribe en su reciente visita al foro de Copenhague.


Brasil, que posee la mayor fuente de agua dulce del planeta, no vive una situación mejor: desperdicia el 40 por ciento del agua para consumo humano frente a una media internacional aceptada del 20 por ciento.

Este año, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de México, anunció que las siete represas y embalses del Sistema Cutzamala debían contar con unos 720 millones de metros cúbicos de líquido, pero ante la falta de lluvias sólo tienen 470 millones de metros cúbicos y se debe abastecer a 5,5 millones de personas, que dependen de esta infraestructura.

Menos dramática es la situación de Chile y Uruguay. Sin embargo, sobre estos países se cierne la amenaza de que, entre 2040 y 2100, habrá un aumento de las temperaturas que acelarará el derretimiento de los glaciares, en el primero de ellos; mientras que en el segundo el calentamiento global ya ha generado inundaciones, que han provocado que unos 6000 uruguayos sean evacuados desde noviembre pasado.

Problemas de salud en Perú
La mala disposición del agua genera serios problemas de salud en Perú. A ello se suma la contaminación producto de la actividad de la minería ilegal y el cultivo de plantas con fertilizantes y plaguicidas que llenan de químicos el agua de los ríos.

Aunque todavía no hay un diagnóstico real sobre el estado de los afluentes del Ecuador, se conoce que la mayoría están contaminados por las descargas directas de aguas servidas y distintos desechos industriales.

Hay un denominador común en la mayoría de países afectados por la escasez de agua o el mal manejo de ella: la inequidad y la pobreza. En Puerto Rico, el 3% de la población no recibe agua de la Autoridad de Acueductos, porque no cuentan con capacidad económica para tener los sistemas de abastos de los que se suplen.





El desequilibrio también es evidente en toda América latina con el excesivo uso de agua para cultivos y el consumo residencial ilimitado.

"En todos los sectores de la economía de Brasil, el agua es muy utilizada en particular en la irrigación, donde es muy grande el desperdicio. Se gasta mucha agua para producir poco, cuando debería ser lo contrario", advierte José Antonio Frizzone, del Instituto Nacional de Irrigación, de Brasil.

El tema hídrico ya genera distintos roces entre naciones, tal como en la actualidad sucede con la Argentina y Uruguay por la construcción de una papelera finladesa a orillas del río Uruguay, curso que comparten ambos países.

Hay que reconocer que las legislaciones en esta materia han avanzado. En varios estados el agua ha adquirido rango ministerial. En otros se endurecen normas para evitar el derroche.

Pero mientras se mantengan las condiciones de desigualdad y el agua siga siendo un bien cada vez más excluyente y no se consuma de forma sustentable, la región estará condenada a pasar de la prosperidad hídrica que brinda su paisaje a la ruina ambiental. La buena noticia es que todavía hay cómo evitarlo.

Fuente: diario La Nación, domingo 21 de Diciembre de 2009

jueves, 17 de diciembre de 2009

Un hotel siete estrellas...dónde? en Abu Dhabi

El Emirates Palace, calificado con siete estrellas, muestra comodidades para todos los gustos. Habitaciones que pueden costar hasta US$ 15.000 por noche y el lujo desborda por donde se mire ...





Es como en un cuento de hadas. Una lujosa ciudad adentro de otra. Es el Emirates Palace, uno de los únicos dos hoteles siete estrellas que hay en el mundo (el otro es el Burj Al Arab de Dubai) y uno de los orgullos de Abu Dhabi. Un palacio árabe que es, además, un sitio obligado de visita para los turistas, ya que está situado en el centro de la capital de los Emiratos Arabes. Porque impacta por su arquitectura y porque desde la puerta de acceso uno tiene la sensación de estar ingresando en un sueño. Donde todo brilla. Donde todo es perfecto. Donde el lujo es moneda corriente.



La recorrida por el lobby tiene su primera parada en un árbol de navidad gigante. Y ahí nomás, un restaurante. No es el único. Hay otros siete. El hotel es tan inmenso que para recorrerlo se recomienda hacerlo con los guías. Zambullirse en su interior es como entrar en un laberinto. Uno puede entrar, casi sin darse cuenta, al Palacio de Conferencia Central, el salón donde los jeques árabes cierran negocios millonarios. Es mirar para los cuatro costados y encontrarse con decoraciones de oro.



Todas las habitaciones -en total son 394- tienen su balcón o terraza individual. ¿Cuánto vale una noche en la más económica? Alrededor de 1.030 dólares. En cambio, si uno quiere hospedarse en la Grand Palace Suite, que tiene una extensión de 680 metros cuadrados, debe desembolsar una suma cercana a los 15.000 de la moneda estadounidense.


Por eso no extraña que el Emirates Palace tenga su playa privada, de 1,3 kilómetros cuadrados. Como tampoco dos piscinas de dimensiones exorbitantes. Con sus toboganes. Con sus bares en el agua. Con hidromasaje. Y para los amantes del deporte tampoco faltan actividades: hay canchas de fútbol, de tenis, gimnasios, spa. Como para no olvidarse de que se está en la misma ciudad donde se juega un torneo de fútbol con los mejores equipos del mundo.


Joaquín Finat, enviado especial a Abu Dhabi. Diario Clarin

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Cataratas del Iguazú... Aguas Colosales

Crónica de un viaje a la selva misionera. Aventuras frente a una de las grandes maravillas naturales del mundo: las prodigiosas cataratas. Y un itinerario muy verde por el interior de la provincia para conocer el Parque Salto Encantado y los Saltos de Moconá.


La primera vez que vi la selva en la provincia de Misiones fue tras la ventanilla de un avión. Y se me presentó como un oscuro laberinto con un motivo vegetal repetido hasta el hartazgo. Allí abajo, a lo lejos, se levantaba un reino fortificado tras una muralla de árboles que se alineaban tronco a tronco hasta el infinito. Una vez en tierra, frente a las puertas de aquel reino, vi que la única forma de penetrar en él sería como por un boquete en la pared vegetal. Pero una vez adentro, descubrí que el obstáculo verde no tiene fin, condenando a los viajeros a bordear la tremenda densidad de un mundo de sombras que podría tragarlos para siempre.

Años atrás la selva era mucho más grande, aunque todavía es un gran pulmón verde cuyo centro neurálgico parece ser la descomunal Garganta del Diablo, donde desemboca gran parte del torrente de aguas de las Cataratas de Iguazú. Se las observa desde un abrupto balcón de hierro donde apenas un metro a la derecha un río suicida se arroja al vacío y revienta contra las rocas. Cuando comienzan a caer, las aguas parecen quedar suspendidas en el aire por un instante frente a la cornisa de piedra. Y después –fruto del mismo efecto visual– se desploman como en cámara lenta hacia un cataclismo descomunal. Abajo las espera el caos, las fauces sedientas de un gigante oculto entre aguas espumantes que bullen como el aceite.

En el diabólico balcón no hay mucho para hacer, y ni siquiera hay demasiado espacio para moverse. Sin embargo nadie se quiere ir. El influjo de las aguas es poderoso y una humedad absoluta impregna el ambiente con un fino rocío que acaricia el cuerpo pasmado de los viajeros.

Vista aérea de la Garganta del Diablo, unas fauces capaces de tragarse el mundo.


EL VERTIGO La noche antes de visitar la conocida garganta había estado leyendo una famosa novela de Milan Kundera y, por un azar de esos que uno prefiere no tratar de entender, me tocó leer un intrigante párrafo sobre el vértigo. Allí Kundera se preguntaba qué es el vértigo y por qué nos lo produce un mirador provisto de una valla segura. La respuesta del escritor –evocada frente a la Garganta del Diablo– es un poco inquietante para un viajero aferrado a la baranda: “El vértigo es algo diferente del miedo a la caída... significa que la profundidad que se abre delante nuestro nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados”.

Para sentir las entrañas acuáticas de la selva tomé la lancha que se interna a toda velocidad por los rápidos del río Iguazú entre dos paredes selváticas al pie de las caídas de agua. Una potente acelerada nos obligó a sujetarnos de una soga y de repente se desató un torbellino de aguas que caían de la pared más cercana. No ingresamos a la temida garganta, por supuesto, pero como consuelo tuvimos una “ducha a presión” bajo el salto Los Tres Mosqueteros. Los pasajeros gritaron –de alegría– como si llegara el fin del mundo. Y un atronador torbellino indicó que habíamos alcanzado el epicentro de una calamidad. Estábamos inmersos en una densa nube de rocío, cuando a pocos metros de nuestra embarcación la catarata explotó en ráfagas de agua que nos azotaban sin cesar. Los que más disfrutaban eran los niños y, cuando parecía que todo había terminado, dimos una larga vuelta en “U” alrededor de la isla San Martín en busca de un salto del mismo nombre, uno de los más furibundos del parque. Cuando la embarcación encaró a toda marcha hacia el centro del salto, algunos gritaron de alegría y unos pocos, de pavor. Sin tiempo para pensarlo ya estábamos adentro de una densa nube de agua. Y de repente fue como si un cuerpo de bomberos abriera sus mangueras al unísono para atacarnos a chorros en la cara. La situación era desconcertante, porque llegado cierto punto ya no se veía nada salvo el rocío blanco. Muchos pensaron que algo había fallado y estábamos perdidos dentro de la catarata. Pero no, por supuesto. Las medidas de seguridad son muy rigurosas y era sólo un juego erizante como seguramente no habrá otro, siquiera parecido, en cualquiera de las sucursales de Disneyworld.

ALA DE COLIBRI Al avanzar por la selva –a pie o en vehículo por el Parque Nacional–, uno tiene la sensación de atravesar las entrañas de un gran cuerpo viviente compuesto por millones de especies vegetales y animales entrelazadas una a la otra. El intrincado reino vegetal está muy a la vista, pero en cambio la fauna es esquiva por derecho propio. Los más visibles son los coatíes y aves como los tucanes, apenas una minoría de esa fauna rampante que nos acecha parapetada tras la muralla vegetal. Esos millares de ojos que nos miran y no podemos ver son una parte esencial de la selva que todo viajero de ley debe esforzarse por conocer si desea compenetrarse con el entorno natural de Misiones.

Un maravilloso arco iris agrega su gama de colores frente a las pasarelas.

El rey de la selva misionera es el temido yaguareté –que no ataca al hombre sino a las vacas–, ya casi extinguido por la caza y la escasez de selva. Avistar uno es imposible salvo en algún zoológico, pero existe en cambio adentro mismo de Puerto Iguazú un rincón donde observar uno de los especímenes más coloridos y gráciles de la fauna misionera: el colibrí.

El lugar para observar los chisporroteos multicolores de los colibríes es en la casa de la familia Castillo. Se trata de una casa común con un hermoso jardín, que desde hace más de una década los Castillo decidieron abrir a los viajeros. Allí llegan todas las tardes medio centenar de colibríes a libar el agua con azúcar de unos bebederos colgados en las ramas de los árboles del Jardín de los Picaflores. Se trata de un espectáculo de gran sutileza que se repite en el jardín desde que la señora Marilene tiene memoria. Basta con sentarse en los banquitos de esta especie de jardín-zen subtropical para ver a esas refinadas joyas aladas llegar desde la selva a sabiendas de que los bebederos son más pródigos en dulzura que las flores. A veces puede haber hasta 40 picaflores al mismo tiempo. Las mágicas apariciones de plumaje brillante suceden a un metro del visitante, derivando en frenéticas persecuciones de unos a otros o en la desaparición instantánea de una veintena de colibríes cuando divisan en lo alto un gavilán al acecho.

Los colibríes pasan a toda velocidad a centímetros de la cara de las personas –acariciándolas con un vientito– quienes por reflejo corren la cabeza por miedo a chocarse con las pequeñas aves de reflejos infalibles. En Misiones existen dieciséis clases de picaflores, catorce de las cuales vienen a este jardín. Algunos de ellos son el colibrí bronceado, el corona violácea, el escamado, el garganta blanca y el esmeralda.

Una imagen casi onírica. La luz de la luna sobre las Cataratas.



POSTALES Y ALGO MAS Al viajar por la provincia de Misiones uno puede quedarse con la postal de rigor de las increíbles cataratas –que se obtiene en unos tres días– o dedicarse a recorrer a fondo esta pequeña pero sustanciosa provincia. Lo que se pierde de conocer un viajero en las clásicas y escasas 72 horas de visita es vivenciar la selva desde adentro, para respirar el aroma salvaje de sus entrañas. Y para hacerlo, a todo lo largo de la provincia hay lujosos lodges y refugios más sencillos semiocultos entre la vegetación. Estos ofrecen un acercamiento a la esencia biológica del mundo selvático, que en última instancia no es otra cosa que una constante lucha por el acceso a la luz. En cualquiera de esos alojamientos uno podrá sentarse en paz a contemplar esa extraña competencia de cada especie vegetal con las demás por recibir un rayo de sol. Es una lucha a veces desigual, que incluye desde especies microscópicas hasta duelos de titanes de 40 metros enfrentados en violentas pulseadas. En busca de la luz, los recios brazos de los árboles se doblan en inexplicables zigzags tratando de evadir los embates del vecino. Así se entremezclan formando una caótica maraña donde cada movimiento parece tan meditado como una jugada de ajedrez.

En la selva cada árbol nace condenado a luchar para siempre, en aparente inmovilidad, con unos pocos vecinos. Puede ser, por ejemplo, una majestuosa cañafístula de 40 metros sobre la cual brotó una vez un inocente higuerón que se extendió por su tallo como una simple enredadera. Pero al poco tiempo el higuerón se metamorfoseó en gruesos garfios, apretó las raíces del árbol con fuerza y trepó el tronco rodeándolo como venas inflamadas, que con el tiempo fueron tan gruesas como la pierna de un elefante. Y finalmente el higuerón estranguló con paciencia al árbol completo, ahogándolo segundo a segundo en un virtual asesinato que insumió décadas de fino tormento. Es ni más ni menos que la vieja y conocida –pero siempre sorprendente– “ley de la selva”. La gracia está en sentarse a mirarla.

Por Julián Varsavsky para Pagina 12, domingo 13 de diciembre de 2009.

martes, 15 de diciembre de 2009

Creamfields en Buenos Aires




Este sábado, en el Parque Roca El dj Tiësto será la figura estelar del festival electrónico.

Finalmente la novela en torno al festival de música electrónica más importante del año llegó a su fin. Este sábado 19 de diciembre en el Parque Roca (sede de la última Copa Davis en Buenos Aires) se realizará la novena edición porteña de Creamfields. La fecha inicial era el 7 de noviembre en la sede Figueroa Alcorta de Geba, pero una inhabilitación del Gobierno de la Ciudad, por no presentar la documentación a tiempo, obligó a los organizadores a postergar el evento impidiendo la participación de David Guetta, Orbital y Armin Van Buuren. Los tickets para esa fecha serán válidos, sin necesidad de trámite alguno.

Con 62 mil personas en 2006, la edición local de Creamfields ostenta el récord de concurrencia en ediciones de un solo día del festival nacido en Liverpool en 1998.





La figura central de esta edición será el Dj holandés Tiësto, que tras una serie de shows en Bolivia, Paraguay y Chile vendrá el sábado a Buenos Aires para presentar Kaleidoscope, su último trabajo de estudio en clave trance. El holandés, N°2 en el ranking de la prestigiosa Dj Magdetrás de Armin Van Buuren, será el encargado de cerrar el escenario principal. Antes que él, los fanáticos argentinos del house bailarán con Richie Hawtin y M.A.N.D.Y., el dúo integrado por los djs alemanes Philipp David Jung y Patrick Bodmer.

Por primera vez el escenario Cream Arena será a cielo abierto, ya que se ubicó en el microestadio donde se realizaron los partidos de la Davis. Allí se presentará el productor argentino Hernán Cattáneo, el británico James Zabiela con Renaissance, su último disco, Desyn Masiello y el techno en las bandejas del madrileño Jimmy Van M.

Jeff Mills, Timo Maas, Darren Emerson, Guy Gerber, serán otros de los Djs internacionales que se suman a la grilla, que se completa con los locales Martín García, Romina Cohn, Bad Boy Orange, Deep Mariano, Barem y Capri. Además, habrá lugar para el reggae ska de Dancing Mood, la banda de Hugo Lobo y para el dub hipnótico de Nairobi.




El ingreso no será por la entrada principal del Parque Roca, sino por una entrada lateral ubicada sobre Av. Roca (se recomienda llegar temprano para evitar aglomeraciones). El evento comenzará a partir de las 18 y durará hasta las 6 de la mañana del domingo. El estacionamiento del Parque de la Ciudad -está enfrente- estará abierto y disponible para las personas que asistan al evento.
Fuente: Diario Clarín

viernes, 11 de diciembre de 2009

Una línea aérea de mascotas donde los animales domésticos vuelan en la cabina principal, no en la carga!




Pet Airways es una nueva compañía aérea exclusiva para mascotas. Sí, se trata de una aerolínea que realiza sólo vuelos para mascotas.



Alysa Binder y Dan Wiesel fundaron esta empresa en 2005 pero recién este año Pet Airways realizó su primer vuelo, ya que tuvieron que adaptar la flota de aviones a los requisitos de los peculiares pasajeros de cuatro patas. Este año la aerolínea para mascotas realiza vuelos entre 5 ciudades norteamericanas: Nueva York, Washington, Chicago, Denver y Los Ángeles, y preven a partir del próximo año ampliar los vuelos a otras ciudades tanto de Estados Unidos como de otros países.





Un vuelo de Chicago a Los Ángeles cuesta 199 dólares, y un vuelo Los Ángeles - Nueva York cuesta 299 dólares. Y a diferencia de un viaje en una aerolínea común, en Pet Airways ofrecen atención especial y comodidades extra para el viaje de tu perro o gato, en uno de los 5 aviones especialmente acondicionados por la empresa.

Por el momento sólo realizan viajes para perros y gatos, pero tienen previsto ampliar los servicios a aves, peces, reptiles, cerdos y otras mascotas.



Además del servicio de atención y cuidado especial durante el vuelo, la empresa permite que vía online desde su página web, los dueños de las mascotas puedan chequear permanentemente en qué lugar se encuentra su mascota y las condiciones del vuelo.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Destinos unidos por el encanto y un catamarán...

Desde Salvador de Bahía, ciudad clave de la cultura popular, se llega en dos horas de navegación hasta Morro de San Pablo, donde se disfruta de la playa sin autos a la vista


Morro de San Pablo

"Porque nuestras mujeres no se queden viudas", exclama Marcelo, mientras choca su copa con las demás. Parece un brindis trasnochado, pero son las 18.30 y la bebida es jugo natural de maracuyá. Marcelo sonríe con los ojos, saluda a todo el mundo y anuncia su momento sagrado: "Nunca verán un atardecer como éste", asegura minutos antes de que se pierda el sol. Si no fuera por El bolero de Ravel que suena de fondo, sería un instante perfecto.


Pero el bolero está. Donde la naturaleza es un espectáculo en sí mismo llegan los turistas y el sitio cambia para ellos. Entonces, uno debe imaginar cómo era este extremo de la isla de Tinharé hace diez años, cuando sólo había 18 posadas y una decena de casas en alquiler. Hoy son 280 los hospedajes, entre ellos hoteles de alta gama, y los atardeceres en el centro se ven con música a todo volumen.

Claro que hay cosas esenciales que se mantienen: su entorno de jungla, las callecitas sin autos, la posibilidad de andar descalzo. Quien se mueve en zapatillas es seguramente un recién llegado. Las ojotas prevalecen; nadie cambiará eso en Brasil. Así que hay que buscar las playas más alejadas y caminar lo suficiente hasta redescubrir la esencia del lugar.

Otra opción es esperar la noche. Quienes buscan fiesta además de playa encuentran aquí su lugar en el mundo. El Morro es tranquilo, pero con noche agitada, especialmente después del Carnaval. Muchos viajeros llegan desde Bahía para descansar de la gran fiesta que se vive allí, pero no hacen más que extenderla; son otros siete días bailando.

Playas y sabores tropicales
La mayoría viene en catamarán desde Bahía, tras dos horas de navegación tranquila (a la vuelta se moverá un poco). Sobre el muelle aguardan las carretillas. Unos cuarenta jóvenes bien organizados se ocupan de cargar los bolsos y las valijas hasta los hoteles. La primera parte del camino es en subida, de manera que casi todos piden su ayuda. Ellos cobran 7 reales por bolso, o 10, si son muy pesados.

La primera información que se recibe es la tabla de las mareas. De ella depende gran parte de la estada, ya que el mar puede bloquear accesos cuando está muy alto, incluso complicar el regreso cuando uno sale de caminata. Por eso es bueno conocer sus horarios. El ciclo se repite dos veces por día: el mar avanza cada seis horas, y cada seis horas retrocede.



Desde el muelle, tras dejar atrás el imponente portal del siglo XVII y la iglesia de una sola torre -las dejaban así para no pagar impuestos, porque si construían la segunda se consideraba terminada-, se llega hasta la plaza principal, de donde parten dos calles. La más importante es Caminho da Praia, llamada también la Broadway , que llega hasta la primera playa. En el camino se atraviesan locales comerciales, puestos callejeros de frutas, ostras frescas y delicias de Bárbara -una mesita con dulces caseros-, y un par de casas de cambio, que mejor no utilizar. Lo ideal es llegar con reales, porque el cambio es malo, como en un cualquier lugar aislado. Sobre la misma calle se instalan por la tarde puestitos de drinkis tropicales, donde la caipirinha es apenas una bebida más.

Las playas más buscadas son la Segunda, porque tiene mucha arena y movida en sus paradores, y la Cuarta, extensa y menos urbanizada que las demás. La Primera es pequeña y la Tercera, angosta, hasta tal punto que desaparece por la noche, cuando la marea avanza. Entre las más alejadas se destaca Gamboa.


La vuelta de Garapuá
Navegar en busca de otras playas es una opción casi inevitable por la belleza de los alrededores. Todas las mañanas parten lanchas desde la Tercera, en especial para dar la vuelta a la isla de Garapuá, la excursión más típica. Los lancheros están asociados, de manera que garantizan la calidad del paseo, aunque también demasiada compañía, porque llevan a todos los visitantes a los mismos sitios. Uno se encuentra haciendo snorkel, levanta la cabeza y ve llegar una embarcación tras otra. Así que lo mejor es hablar previamente con el capitán y decidir la hoja de ruta, para ir en busca de algunos momentos de soledad.

La primera estación es una zona de corales, ideal para un primer chapuzón con máscara. Después, Boipeia, segunda piscina natural, con playas más lindas y un hombre famoso: Guido, especialista en langostas. Pescador y cocinero, él prepara los mejores platos autóctonos de la zona.



La estación siguiente, Boca da Barra, está repleta de restaurantes. Desde allí, por los ríos del infierno -canales con manglares donde los nativos emboscaban a los portugueses- se llega hasta Cairú, la segunda ciudad más antigua del país, de 1501 (la primera es Puerto Seguro, fundada un año antes). Al Morro se regresa a eso de las 17, para ver la caída del sol.

Nuevamente sobre la Broadway, un joven con disfraz de pirata ofrece entradas para la disco Toca Loca. Cada noche, la fiesta es en un lugar distinto, para que la gente no se desparrame. "Si te gustó una chica en la playa, ahí la encontrás seguro", afirma. Son tres las discotecas, con un punto en común: están administradas por argentinos. La más grande es Pulsar Disco, una mole de cemento escondida entre los matorrales. La entrada cuesta 25 reales. A veces es mejor quedarse en la arena, donde muchas noches hay música y la gente también se encuentra.

Salvador de Bahía
Mujeres vestidas de blanco saltan las olas, cantan y arrojan flores, además de comida y lápices labiales. Las ofrendas son para Yemanyá, diosa y dueña de los mares, "una santa muy coqueta y elegante", aseguran. De esta manera celebran el Año Nuevo, aunque también otras fiestas, que por suerte son muchas. Lo importante es participar al menos de una, porque llegar hasta Bahía y perderse las fiestas es como pisar la arena blanca del norte brasileño y no meterse en el mar.

Las celebraciones son en la costa y la calle, con el Carnaval como máximo exponente. Hay peregrinaciones que parten o llegan hasta alguna de las ¡180 iglesias! de la ciudad. Los tambores siempre acompañan.

La religión católica se combina con el candomblé desde los tiempos de la esclavitud. Por eso, por ejemplo, en sitios como la iglesia de Nuestro Señor de Bonfim -creada por orden del fundador de la ciudad Tomé de Souza, capitán de mar y guerra que prometió construirla si se salvaba de un naufragio inminente- se venden pulseras de colores que representan a los santos de origen africano.

Hay unas doscientas deidades, por eso llaman a la región la bahía de todos los santos . Entre los más importantes están Oxalá, padre de los demás; Oxum, diosa de los ríos y la fecundidad, representada siempre como una mujer voluptuosa; Ifá, guardián de los secretos, y Xango, dios de la justicia.

Las pulseras coloridas se atan a las puertas y rejas de la iglesia, mientras se piden deseos. También se colocan en la muñeca o el brazo, con tres nudos, y allí deben quedar hasta que se suelten por su cuenta, para que los pedidos se cumplan. Cuesta 2 reales el manojo de diez pulseras, que a veces destiñen.

Las mujeres bahianas son una marca de identidad. Pueden verse en miniaturas realizadas por artesanos o a gran escala, como las estatuas de la laguna de Tororó, que representan a Orixá y fueron realizadas por Tati Moreno. Es un paseo turístico desde que se prohibieron allí las macumbas.

También hay típicas bahianas en el Pelourinho, famoso casco histórico, con sus faldas acampanadas, diseñadas así por envidia de las patronas: según se cuenta, así obligaban a las esclavas a cubrir sus curvas. No por casualidad, hasta fines del siglo XIX, llamaban bahianas a las negras bonitas de todo el país.

Con su vestimenta típica, muchas de estas mujeres embellecen aún más el casco histórico, aunque incomodan el paseo. Cada vez que alguien toma una foto, ellas se acercan a pedir una colaboración. Y son muchas, de manera que basta apuntar con la cámara hacia cualquier lugar para tener a una de ellas en el encuadre.

Algo más bravos se ponen los muchachos que hacen capoeira en la plaza principal. Apenas escuchan el clic de una cámara enfrentan a los viajeros pidiendo hasta 10 reales por fotografía, y no se conforman con menos de 2. Luego invitan a disfrutar "de la hermosa tranquilidad de la ciudad"



Con sus calles empedradas y casas coloniales, el Pelourinho es hermoso, pero también hiperturístico. Uno debe alejarse de sus manzanas principales para disfrutarlo en tranquilidad, aunque no puede irse sin visitar, por ejemplo, la iglesia de São Francisco de Assis, con sus techos y paredes repletos de oro. Las figuras que decoran su interior son también un viaje al pasado, cuando los esclavos decidieron vengarse, diseñando ángeles enojados y deformes. Los esclavos no podía rezar en la iglesia porque, según sus dueños , no tenían alma. Pero tenían que trabajar en ellas, y su trabajo quedó intacto.

Luego de pasar por la escuela de gastronomía bahiana, frente a la casa-museo dedicada a Jorge Amado, se puede llegar al Mercado Modelo, que resguarda en el subsuelo más historias sanguinarias. Allí quedaban amarrados los hombres provenientes de Africa, a la espera de ser subastados. Está abierto al público, además de vacío: ni siquiera hay vendedores ambulantes, toda una rareza. En el lugar se armaron rampas, que permiten recorrelo durante la marea alta, cuando el agua cubre gran parte de las salas. En tiempos de esclavitud, claro, estas rampas no existían, así que la espera de los esclavos era más difícil todavía.

Carnaval, sol y arena
Apenas afuera del Pelourinho hay una estatua al poeta de los negros , Castro Alves. Allí comienza parte del Carnaval, que se divide en tres zonas. La primera está repleta de tríos eléctricos , bandas musicales que tocan sobre camiones. Es el circuito Osmar, que transita las calles del centro. El circuito Barra parte del faro y llega a la playa de Ondina. Es el más turístico, mientras que el más familiar es el tercero, Batatinha, por las calles del casco histórico, donde no entran los camiones.

Cuna de grandes artistas, Bahía es considerada por muchos la capital cultural de Brasil. Cerca de 2 millones de personas llegan para el Carnaval, que cuenta con grandes figuras de todo el país. Pero la mayoría llega durante el año, convocada por su clima y la belleza de sus playas. Las de la ciudad no son las mejores, aunque se llenan también de extranjeros.



Las más buscadas son las de la ciudad alta , desde Flamengo hasta el Farol da Barra, donde se organiza en marzo el festival estira verano : con un escenario en el mar, las bandas tocan en formato acústico, mientras la gente escucha y baila dentro del agua.

Las mejores playas están a unos 45 minutos, como Stella Maris, o un poco más lejos, como Praia do Forte, un pueblo de pescadores devenido villa turística, donde se preservan animales marinos, especialmente las tortugas.

Por Martín Wain Enviado especial. Dirio La Nación. 06 de Diciembre de 2009.
Foto: Gentileza Denise Giovaneli/ Embajada de Brasil.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Tablaos en Buenos Aires..

Restaurantes, teatros y escuelas de música y baile conforman la Ruta del Flamenco de Buenos Aires. Pasión y sabor de Andalucía.




Este año se hizo la Primera Bienal de Flamenco en Buenos Aires, con la presencia del cantaor granadino Enrique Morente y más de 60 artistas argentinos, españoles y de otros países. Fue un indicio, o quizá una mecha, que encendió el furor por el baile, el cante y el tapeo, que se extiende como reguero de pólvora en un imperdible circuito urbano, la Ruta del Flamenco porteña.

Seminarios, clases de baile y cante para principiantes, intermedios o avanzados; guitarra y percusión; luthiers que fabrican cajones; especialistas que hacen zapatos y modistas expertas en batas de cola. Bares de tapas, tablaos y programas de radio. Shows en vivo con espectáculos que resuenan en la noche porteña y crean un circuito cada vez más grande y endiablao. Entre palmas y taconeos, los compases asincopados del flamenco contagian con un fervoroso hechizo. Después, el lamento o el quejido del cantaor arranca una pena incomprensible para el oído no entrenado, que adivina lo que cuenta la historia de la canción.

La técnica y el alma

El circuito del flamenco porteño es una cadena cuyos eslabones crecen de modo exponencial. En shows, radios, centros de colectividades y teatros se mueve un promedio de 1.500 personas; profesores que dan clase, alrededor de 500; alumnos de baile, unos 15.000; de guitarra, hay que contar unos 25 profesores y cerca de 250 alumnos; de cante, al menos 10 maestros y 50 alumnos. Y en el ruedo de quienes confeccionan zapatos, accesorios y vestidos, la cifra roza las 20.000 personas. Sitios por Internet y publicaciones, una decena. Y dedicados a la gastronomía, unos 2.000 cocineros, expertos en tortillas de papa y otras exquisiteces como el buen jamón crudo o las cazuelas de pescado.

Cada lugar se ganó su espacio: "Avila", el tablao pionero de Miguel Hernández, con jefe de cocina y bailaor Pastor Gómez; "Cantares", un centro con escuela, tablao y buen tapeo: cuadraditos de cerdo marinados con aceite y luego fritos, patatas con aioli, cordero con almendras, paella, albondiguillas marroquíes, pollo y postres típicos como natilla de chocolate o vainilla y el brazo de gitano; el "Rincón Andaluz" y el "Centro Andaluz" de Santos Lugares, con la excelente profesora Ana Simón, así como los Centros "Salamanca" y "Burgalés", donde da clases Marcela Rodríguez, todos apegados a lo típico.

En la zona de Congreso vive un buen número de gitanos que improvisa tablaos nocturnos en bares. En Palermo Hollywood, "Tiempo de Gitanos" ofrece una cena-show con un menú preparado por el chef español Manuel Gómez. Ya sea por pasar una noche distinta, o por experimentar el baile o el cante, cada vez son más los que se enganchan en la ruta del flamenco porteño. Por lo general se empieza siempre meneando las caderas arriba del tablao (rumba), pero enseguida pica la curiosidad y se pasa a una clase. Pero para bailarlo, además de la técnica, hay que poner el alma.





Pasión gitana

La letra fraseada con cortes que no respetan las reglas de la sintaxis prenden bien hondo en el corazón. Mal de amores, la "soleá", la muerte y la vida. Pura pasión gitana sobre el tablao. Puro embrujo entre las mesas donde el público se deja llevar por el "jaleo". Cada uno es distinto del otro y, sin embargo, todos se funden en el mismo entusiasmo.

"Me acerqué al flamenco hace más de diez años como bailaor -dice Juan José Naranjo-, pero enseguida sentí la necesidad de tener un espacio propio -señala su salón de la calle La Rioja- y luego quise una revista -"Flamenco en Argentina"- y un sitio web para divulgar el arte. Es cierto que cuesta, porque practicamos una cultura que no es la nuestra, aunque seamos hijos o nietos de españoles. Pero la demanda es grande, y obliga a trabajar más y más. Para nosotros, los payos (así se llama a los argentinos que abrevan en el género), el desafío es mayor", dice.

Hace casi cinco años que tiene su restaurante, donde dicta clases y organiza peñas para aficionados, generalmente los domingos. Cante, baile y recitado. A veces van coros de colectividades, como el del "Rincón Andaluz". Los sábados a la noche, además, hay un cuadro flamenco, ritual riguroso: es el verdadero tablao. "La gente come mientras el espectáculo está en su apogeo -agrega Naranjo-, y para mí ésa es la esencia del tablao: baile, cante y disfrute de un vino con alguna tapa; aquí, en esta estructura y en estas condiciones, el impacto no es el mismo que en el teatro. En el tablao, hacer flamenco es más difícil; todo está más cerca". Y las gotas de sudor de las bailaoras caen como lluvia durante unas sevillanas, que aunque son danzas folclóricas españolas, se "aflamencan" y hasta tienen una coreografía (Lola Flores las bailó en la película "Sevillanas").

Corazón andaluz

En este género de música y danza, originario de la Andalucía del siglo XVIII, tuvieron un gran protagonismo los gitanos andaluces. A ellos se debe su desarrollo en cante, baile y toque. Incorporaron ritmos africanos y americanos para crear un estilo con diferentes facetas en las que voz, palmas, guitarra y cajón son los instrumentos básicos. "Hay como 60 'palos' de flamenco -explica Naranjo-, y aclara que 'palos' son los ritmos o géneros principales. Cada 'palo' tiene subgéneros, como un árbol genealógico de familias rítmicas; cada ritmo pertenece a una región de Andalucía y es diferente, porque toma su propio 'aire'. Pero todo nace del cante, en el que los 'palos' tienen sutiles diferencias; a veces, un tono distinto del guitarrista cambia todo".

Carlos Soto, un cantaor payo de los buenos, es investigador e historiador de estos temas. Cuenta que algunos "palos" no tenían baile; por ejemplo, las peteneras o las seguiriyas, que son subgéneros como la soleá, el fandango, el tango o el tanguillo, entre otros. Según Naranjo, "el fenómeno del flamenco como se da hoy arranca aproximadamente en 1992, cuando empiezan a llegar distintos maestros de España. Hay un quiebre cuando vuelve La China, argentina que se formó en España con nuevas técnicas de baile. Demostró que había que hablar un nuevo lenguaje flamenco, y había que aprenderlo. Por eso muchos, cuando advirtieron que era mucho más que zapateo, empezaron a estudiar; fue una revolución que entró por el baile. Unos 30 maestros de aquella época se hicieron formadores, y hay un centenar de ex alumnos que ahora dan clase. Pocos -una decena, quizá- tienen la destreza de la bata de cola, y la enseñan. Y pocas, también, son modistas especializadas, como Alicia Añino Gandolfi".

Se dice que con "Soy gitano", la famosa telenovela con Osvaldo Laport -año 2003- hubo un reflujo flamenco y los actores de la tira se pusieron en manos de profesoras como Claudia Bhauthian, La China y Fabiana Pouzo. Emilio y Argentina -emblemática pareja de gitanos del tablao "Avila"- compusieron la canción "Zafiro y Luna" para la telenovela. Y surgió un deseo irrefrenable de estudiar, especialmente entre las mujeres jóvenes. O no tanto.

Para Nilda Cardinal (60), profesora de danzas nativas argentinas, "el flamenco fue un increíble descubrimiento. Empecé tomando clases particulares y hace un par de años que curso en 'Cantares', con el profesor Claudio Arias. Tomo 5 horas semanales y soy una estudiante intermedia. La mayoría de los alumnos, una vez que ingresa, no deja. Tenemos ensayos con cantaor y guitarrista y podemos elegir el 'palo'. Durante el año bailamos en el tablao y a fin de año hacemos una muestra en el Teatro Avenida". María Balmayor, dueña de "Cantares" y actriz, organiza la puesta en escena.

Las palmas marcan una pulsión que es pura energía. Y la música evapora el estrés de esa mente llena de preocupaciones que, al menos por un buen rato, sueña con Joaquín Cortés y escucha a Camarón de la Isla, que canta desde el cielo.


Por Sissi Ciosescu Especial para Viajes de Clarín. Domingo 06 de diciembre de 2009.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Córdoba tiene sus 7 maravillas...

Las siete maravillas elegidas sintetizan el amor depositado por los hombres a una tierra que les ofreció cobijo y espacio para desarrollar ideas y establecer valores: Los Capuchinos, La Cañada, el Camino de las Altas Cumbres, el Palacio Ferreyra, la Manzana Jesuítica, los Túneles de Taninga y la Catedral resultaron distinguidas.


Desde que el hombre se convirtió en sedentario buscó identificarse con el lugar en el mundo que eligió para vivir. Así, la imagen del poblado, la localidad o la ciudad que habitaba se le antojó pronto parte de su propia imagen, una condición que compartía con el resto de la comunidad que pisaba el mismo suelo. El concepto de comunión a través de esa identidad ciudadana cobró mucho más peso en aquellos lugares que conformaron su urbanización con ese sopor de tolerancias que fue el encuentro de razas consecuencia de la inmigración, un caleidoscopio que logró acomodar todos sus colores cuando las pinceladas del crisol de culturas decidieron ceder al choque para asentar criterios compartidos.

Iglesia de Los Capuchinos


Y Córdoba es uno de esos lugares, la provincia entera, a los cuatro vientos, una manifestación del encuentro entre hombres provenientes de distintos rumbos con una tierra abierta y dispuesta a ser moldeada, aun a costa de cicatrices. Por eso, no es de extrañar que entre las maravillas elegidas ocupe un lugar de privilegio la Cañada, ese tajo que alguna vez hizo daño y que terminó por convertirse, cirugía estética mediante, en el sedante natural que día y noche aquieta la fiebre urbana con la frescura de sus tipas y la gracia de sus reflejos cansinos, aquellos que pretenden trasladar la imagen fragmentada de la ciudad, como espejos flotantes, hasta ese mar ajeno que promete trasladarla y convertirla en universal. Ni la Pelada, ni la Papa de Hortensia, ni el chico que vende La Luciérnaga le cuestionarán, jamás, que fracase en esa empresa, porque para los cordobeses ese curso de agua es una salida al océano, un boleto de ida a la fama y al reconocimiento internacional.




La Cañada


Una por una. Pero vamos desde el principio, que más de 90 mil cordobeses, hijos, nietos y bisnietos de aquellos que construyeron la provincia desde el llano y le pusieron brillo adentro para sacarla a pasear afuera, en una convocatoria que superó todas las expectativas y que con amplitud se ubicó muy por encima de sus antecedentes –como el Cordobés del Año–, dijeron presente para elegir las siete maravillas de esta tierra. Y la más votada fue la iglesia de Los Capuchinos, esa inyección de agujas góticas con la que día a día infectamos el cielo de esencia cordobesa, previo paso por arabescos de formas y colores donde se confunde la paquetería de personajes como Jardín Florido con el desprejuiciado cuarteto, el té de las 5 con el ferné con coca y la mar en coche, esa que se va a recorrer la tercera maravilla más votada: el camino de las Altas Cumbres, en sus dos versiones: el antiguo, de los puentes colgantes y las vertientes; el nuevo, un pedazo de civilización que el hombre le arrebató a la piedra en una lucha de años plagada de ruidosas batallas con dinamita.



Camino por las Altas Cumbres



Palacio Ferreyra


La cuarta maravilla más votada fue el Palacio Ferreyra, esa casona en la que todos soñaron vivir, una especie de Ferrari cordobesa estacionada frente al Parque Sarmiento y con las llaves puestas para ser robada por las fantasías. Desde ese plano imaginario y popular, el Palacio fue la casa de todos y, como toda casa, se convirtió, en secreto, en el mejor lugar del mundo para estar cuando no se quiere estar en ningún otro lugar.



Manzana Jesuítica

La quinta maravilla elegida es la Manzana Jesuítica, ese cofre que guarda desde orgullos hasta secretos inconfesables acumulados en los más de cuatro siglos que tiene la ciudad capital, un tesoro que guarda, y casi siempre ofrece con generosidad, la incalculable riqueza de esa historia forjada con sólidos valores y convicciones inquebrantables, como la fuerza de sus muros, que fueron capaces de absorber gritos, secar lágrimas al sol y ponerle eco a la alegría.



Túneles de Taninga


La sexta maravilla son los Túneles de Taninga, obra que reúne el esfuerzo del pasado con el del presente, conjuga el sueño de progreso de un rincón cordobés que tuvo su tiempo dorado con la sacrificada persistencia de quienes se niegan a dejar la tierra que aman aun en condiciones en extremo adversas. Y esta elección es una prueba de ello, porque la gran cantidad de votos que obtuvo su candidatura es una ofrenda de esta población actual para con sus padres y abuelos, un tributo que honra la memoria de quienes creyeron que aquel oeste cordobés sería próspero por siempre y dejaron esa gran obra como testimonio de sus creencias, de su fe insuflada con la riqueza que le daban la cría de mulas y el producto de las minas. Son como túneles del tiempo, donde entra por un lado la época en la que fue el lugar más poblado de la provincia para salir por el otro a la actualidad, donde sólo el conmovedor paisaje es capaz de disimular las carencias, tanto de pobladores como de posibilidades. Un viaje que fue de ida pero que espera ser de vuelta.



Catedral de Córdoba

La séptima maravilla es la iglesia Catedral de Córdoba, esa que desde hace décadas les hace frente a los amaneceres urbanos o le pone sombras graciosas a cada tarde soleada. Esa, la de la postal, la de la tapa del libro turístico, la de las palomas, la de las luces y la puerta del dicho popular, la del rezo y la limosna, la de los chicos de escuelas del interior que vienen a conocerla porque si no la conocen es como si no conocieran la gran ciudad.

Como una final del mundo. Estas son las siete maravillas de Córdoba, las que fueron elegidas en una convocatoria que, como en una final del mundo, tuvo alargue y penales, en los que quedaron afuera por muy poco otras magníficas construcciones. Una convocatoria que contó con el esfuerzo de padrinos, con campañas que incluyeron caravanas, publicidad en medios de comunicación, expresiones culturales, peñas y un abanico de manifestaciones de apoyo que superaron toda imaginación inicial, todo lo cual convirtió a la elección en una disputa de igual a igual donde, como se puede ver al pie, desde la séptima maravilla hasta la ubicada en el puesto 17 se produce una escalera donde sólo un centenar de votos separa a una de otra.

Por eso, a las que quedaron fuera de las siete elegidas nadie les podrá quitar el valor de la adhesión recibida, la empatía lograda desde las comunidades que las apoyaron y las soñaron como maravillas, como símbolos donde canalizar esa necesidad de identificarse con la tierra que se ama, con ese lugar a través del cual nos parecemos a nuestros vecinos.

En cuanto a las siete obras elegidas, serán ellas ungidas con la responsabilidad de representar a los cordobeses desde ese plano de las emociones con el que se sostienen las pertenencias. Piedra por piedra, ladrillo por ladrillo, rincón por rincón, nuestros lugares comunes. No son más que eso, pero son todo eso. No son más que obras del hombre, pero son obras de nuestros hombres, y la emoción y el orgullo que eso nos provoca es la principal maravilla, una construcción que se forma con cada una por separado, pero especialmente con todas a la vez.


Por Jorge Londero, La Voz del Interior

martes, 1 de diciembre de 2009

Merlo... territorio de aventuras!

Famosa por su benigno microclima, la Villa de Merlo invita a descubrir el esplendor de la Sierra de Comechingones a través de cabalgatas, travesías en 4X4 y vuelos en parapente.




Si hay algo que define a la mansa y encantadora Villa de Merlo es su microclima, un elemento de identidad por el que es conocida en todo el país y que todos los años atrae a visitantes que buscan encontrar allí un remanso de sosiego y clima eternamente benigno. Situada a 213 kilómetros al norte de la ciudad de San Luis, sobre el faldeo occidental de la Sierra de Comechingones, Merlo cuenta con unas condiciones geográficas únicas: su temperatura promedio anual es de 20°, con unos excelentes niveles de oxígeno en el aire que hacen al visitante sentirse como en una especie de spa natural.

Durante los últimos años, otra característica comenzó a despuntar como gran atractivo turístico en la zona de Merlo y es la creciente variedad de actividades orientadas a los amantes de las aventuras y la vida al aire libre. El contexto es inmejorable: cordones de sierras tapizadas de verde, profundas quebradas, arroyos de aguas cristalinas con saltos y cascadas y una vegetación desbordante que incluye molles, tabaquillos, talas, cocos, helechos y las reconocidas hierbas aromáticas y medicinales. En ese escenario, tienen lugar actividades como cabalgatas, travesías en bicicleta de montaña, circuitos de trekking, escalada, rappel, tirolesa y vuelos en parapente sobre el territorio del espectacular Valle de Conlara.



El punto de partida de la mayor parte de las excursiones y paseos es la propia Villa de Merlo, una ciudad de 20.000 habitantes que mantiene un perfecto equilibrio entre la calma que uno espera encontrar en un pueblo de montaña y la oferta de servicios de un destino turístico de primer orden, con excelentes hoteles, restaurantes y espacios de ocio. El centro de la Villa se encuentra a 850 metros sobre el nivel del mar (algunos de sus barrios trepan hasta los 1.200 metros) y sus orígenes históricos se remontan a 1720, cuando se estableció allí la capilla de Nuestra Señora del Rosario de la Piedra Blanca, hoy Monumento Histórico Nacional. En la actualidad, el paisaje urbano de Merlo se define por una combinación de casas de aires coloniales y nuevas edificaciones surgidas para albergar a los crecientes contingentes de turistas que la visitan cada año. Además, la ciudad es sede de coloridas celebraciones populares, como la Fiesta del Cabrito Puntano (en septiembre), la Fiesta de la Dulzura (agosto) y la Fiesta Nacional Valle del Sol (febrero), además de eventos culturales de gran prestigio como el Encuentro Nacional de Coros, que tiene lugar durante el mes de septiembre.


Territorio de aventuras

Entre todas las modalidades de turismo aventura que se practican en Merlo y sus alrededores, la más particular es el parapente. Esta es una actividad que requiere de escenarios muy específicos que se dan solamente en un pequeño puñado de puntos del país y el Mirador de los Cóndores es uno de ellos. Se trata de una "pista de despegue" natural, situada a 2.100 metros sobre el nivel del mar junto a la localidad de Carpintería (a 7 kilómetros de Merlo), a la que llegan parapentistas de todo el mundo, ya que es un espacio privilegiado para la práctica de este deporte, gracias a su ubicación y a las intensas corrientes de aire caliente que allí se generan. Más cerca de Merlo, la empresa Volar en Parapente tiene su despegue en una zona denominada "El Nido", a la que se llega por la Avenida del Sol. Allí, desde 1992, funciona una escuela y un centro de vuelos que tiene las puertas abiertas tanto para expertos como para principiantes. Los vuelos de bautismo duran aproximadamente unos 20 minutos, dependiendo de las condiciones climáticas, y en ellos se puede disfrutar del esplendido paisaje del valle de Conlara y, si la suerte acompaña, flotar entre los cóndores que habitan por la región.




Otra de las disciplinas de turismo aventura que tiene un arraigo particular en Merlo es el ciclismo de montaña, donde todos los octubres tiene lugar todos los octubres el Encuentro Nacional de Mountain Bike. Las travesías suelen recorrer terrenos escarpados y difíciles de transitar y uno de los mejores escenarios para la práctica de esta actividad es el Circuito Eliseo Mercau, en el Camping Municipal. Otra propuesta destacada es la Adventure Bike, una travesía que demanda de mucha resistencia y cooperación entre los participantes, que tiene lugar en distintos parajes de la Sierra de Comechingones.

Entre las muchas opciones de travesías en vehículos 4x4 que se pueden realizar en los alrededores de Merlo se destaca la que lleva a la vieja cantera de Bajo de Veliz. Se trata de un recorrido en el que afloran los encantos naturales de las sierras, con una gran presencia de algarrobos, chañares, tintitacos y breas, que escoltan el camino hasta la antigua cantera, un sitio de enorme importancia arquelógica y paleontológica en cuyos alrededores fue hallada la araña petrificada más grande del mundo.



En el llamado Circuito Norte se lleva a cabo la travesía al Cerro Champaquí, que combina el desplazamiento en vehículos 4x4 con etapas de trekking. La excursión comienza en el faldeo de la Sierra de Comechingones y luego va atravesando varias pequeños poblados, antes de iniciar el ascenso al cerro, hasta los 2.200 metros de altura, donde se abandona el trazado de la ruta para recorrer la altipampa y pasar la noche acampando bajo las estrellas. Esta travesía permite, además, conocer las curiosas formas de las rocas del Valle de Piedra, transitar por el Cerro Negro y deslumbrarse con la increíble vista del Valle Traslasierra

Fuente: SuplementoViajes de Diario Clarín, domingo 29 de noviembre de 2009.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Perdí mis valijas...qué hago?

¿Alguna vez perdiste tus maletas y no sabías qué hacer? Lee este reportaje y toma nota de cómo proceder para que el próxima extravío sea tan solo una anécdota.





¿Por qué motivos se pierde el equipaje en los aeropuertos?

Hay muchos factores, pero puntualmente son las conexiones entre vuelo y vuelo.

¿Hay algo que la gente haga mal por lo que se pierde su equipaje o es una falla de la aerolínea?

La pérdida del equipaje se da por fallas de las líneas aéreas, por lentitud en el traslado del equipaje de avión a avión en las conexiones o por errores de las máquinas o de los empleados.

¿Qué consejo nos podés ofrecer para evitar extravíos o recuperar las valijas rápida y fácilmente?

Parece muy simple, pero no todo el mundo lo hace. Recomiendo poner nombre, dirección, teléfono y contacto, tanto dentro como fuera del equipaje. Si se pierde la valija, no se puede devolver, y esto ha pasado muchas veces. También hay que evitar poner todo tipo de objetos de valor, ya que no es sólo en argentina donde se abren las valijas y se roba. Hemos recibido valijas abiertas y con hurtos que vienen de los mejores aeropuertos del mundo.

¿Con cuanto cariño se trata a las valijas luego de ser despachadas?

Hoy en día en la mayoría de los aeropuertos el traslado de las valijas se hace mecánicamente, a través de máquinas, por lo que el equipaje se golpea mucho. Hay que evitar poner cosas frágiles en las valijas, ya que por más que se le ponga el sticker de frágil, no se lo trata como tal.

¿Cuáles son los errores que comete la gente al despechar el equipaje?

El error más común es cuando no le ponen identificación o llenan de más las valijas, por lo que se rompen, se pierden manijas o no se pueden devolver al ser extraviadas.

¿Mucha gente tiene miedo o se acerca a preguntar por la pérdida de valijas?

Preguntan mucho, el pasajero tiene todo el temor del mundo a que desaparezca totalmente su equipaje o que le falte algo adentro, pero ellos no pueden hacer nada para evitarlo.

¿Cuán frecuente es que se pierdan valijas?

No es muy grande el porcentaje de pérdida. Equipajes perdidos totalmente, que desaparecen, deben ser 6 o 7 por año, uno cada 2 meses. Pero es cada vez menos frecuente.

¿Qué sucede cuando se pierde una valija?

Se le envía un formulario al pasajero para que indique qué tenía en la valija y el valor estimativo de su contenido. Hay un convenio: por la pérdida de un equipaje de 23 kilos, básico, se le paga 1100 dólares. Hay gente cuyo equipaje vale más y otros mucho menos. Por lo general, la empresa paga el total de lo que reclaman, salvo que sea muy ridículo.

Una vez reclamaron una valija perdida, el dueño aseguraba tener adentro 2 vestidos de Dolce & Gabbana y 2 Gucci, además de un sobre con mil dólares. Finalmente su valija llegó y cuando se la revisó no tenía nada de lo que había reclamado. Nos dio mucha vergüenza tener que decírselo.



¿Qué es lo más raro que encontraron adentro de una valija?

Una vez llegó una valija perdida que nunca reclamaron, adentro tenía Marihuana, papel para armar los cigarrillos y una pipa para fumar marihuana.

¿Cuál fue la historia más rara que viviste con respecto a una valija perdida?

Una vez, revisando una valija que estaba perdida hace meses y no tenía identificación, encontramos en el bolsillo de un pantalón una carta de una ex novia, ahí había un número de teléfono. Llamamos y nos conectaron con el dueño de la valija.

¿Se rompen muchas valijas?

Se rompen mucho, es súper común que se rompan las manijas, los cierres o las ruedas. Entre la aerolínea y el aeropuerto las valijas pasan por manos de varias empresas de transporte, servicios de rampas y empresas de carga. Además, la gente llena demasiado las valijas, por lo que no hay cierre o rueda que tolere el peso. La aerolínea cubre la rotura de la valija, siempre que no sea ruedas, manijas o cierres.

¿Alguna vez encontraron valijas que estaban perdidas hace mucho tiempo?

Sí, muchas veces les pagamos el seguro a los pasajeros por valijas que no aparecen y después de 2 meses vuelve una valija desde la otra punta del mundo. Una vez volvió una valija de Nigeria. No sabemos cómo llegó ahí porque nunca tendría que haber cruzado el Atlántico.

¿Pasó que alguien se llevara valijas ajenas y las devolviera?

Alrededor de 3 veces por mes suceden estas cosas. La gente se confunde muchísimo, las valijas son todas muy iguales, las mismas marcas, los mismos colores y sin identificación visible. Equipajes idénticos, la gente está atolondrada y se quiere ir del aeropuerto rápido por lo que no se fija si realmente es su equipaje.

Fuente: Emiliano Pilaria, de Delta Airlines para Todo para Viajar.

Viajar con obras de arte.... lo que hay que saber.

En barco, avión, a caballo o a pie, el arte siempre viajó. Muchos turistas compran obras como souvenir. Traerlas es más fácil que sacarlas del país



Se sabe que los egipcios trasladaron por kilómetros y kilómetros los materiales necesarios para construir sus ya célebres pirámides; los mayas y los incas, por su parte, no se quedaron atrás: buscaron lugares inhóspitos para construir sus templos; la pintura cuzqueña recorrió extensos caminos hasta llegar a las pequeñas iglesias del norte argentino. Más cercano en el tiempo, el Guernica de Picasso fue llevado por el mundo en plena Guerra Civil española con el fin de recaudar fondos para los refugiados ibéricos.

El arte ha viajado durante todos los tiempos: en barco, a pie, a caballo, en tren, auto y avión. Es que una de las condiciones de las obras artísticas es provocar interés, ya sea de coleccionistas privados, de museos para llevar a cabo exhibiciones temporarias o aumentar su patrimonio, o de viajeros que eligen como souvenir cuadros de autor, esculturas, cerámicas y grabados.


Requisitos

En Argentina, la Ley N° 24.633, sancionada en marzo de 1996, es la norma que rige la Circulación Internacional de Obras de Arte, y la Dirección de Arte Visuales, el organismo responsable de la licencia de exportación de obras artísticas. Lo importante: en nuestro país no existe restricción alguna para aquellos turistas que ingresen obras de arte sin propósitos comerciales, siempre que al bajar del avión lo declaren y exhiban factura de compra. Si el precio de la obra es menor a los 300 dólares (libres de impuestos) no se debe abonar monto alguno; pero si es superior, es obligatorio pagar en la aduana el 50 por ciento de excedente de esa franquicia. Sin embargo, hay excepciones si el autor de la obra falleció en los últimos 50 años. En este caso, se deja la obra en los depósitos fiscales de la aduana para gestionar una aplicación de franquicia en la Dirección de Artes Visuales. Con este trámite gratuito realizado, sólo se abonará el 40% del IVA que se aplique a la obra en cuestión.

A la hora de exportar la cuestión se complica, lo cual, muchas veces, desalienta a los compradores. Un turista, cualquiera sea su origen, que quiera adquirir una obra de arte en Argentina tiene que atravesar una engorrosa serie de trámites. En primer lugar, pedir una tasación en el Banco Ciudad, gestión que demora 24 horas; luego, dirigirse a la Dirección de Artes Visuales para que autorice la salida de la obra (otros 10 días). Entre los datos a consignar se cuentan causa y país de destino de la exportación, autor, descripción, medidas o datos que permitan individualizar la obra, más dos fotografías color. Muchas veces el comprador ya no está en el país, por lo tanto, será el galerista quien deba contratar un despachante de aduana para que envíe la pieza. El costo es de mil dólares si el traslado se da entre aeropuerto y aeropuerto, y tres mil dólares si el destino final es el domicilio del cliente.


De envoltorios y rayos X.

Es durante el traslado cuando más peligra la integridad de la obra. Otro punto importante es la temperatura del buche del avión, siempre muy baja, en relación a la sensibilidad de las obras a los contrastes de temperatura y humedad. Por lo tanto, el envoltorio debe permitir respirar a la obra y para ello se utilizan materiales aislantes, como el papel de aluminio. Si se contrata una empresa para el traslado, deberá especializarse en el tema, ocuparse del envoltorio, los cuidados específicos y los trámites en aduana. En tanto, si se trata de esculturas y cerámicas, la caja contenedora debe estar acolchada interiormente con polietileno o material blando que amortigüe los posibles golpes que pueda recibir por movimientos bruscos. Además, deben sujetarse al embalaje externo mediante travesaños colocados a distintos niveles del cajón para evitar el movimiento de la obra durante su traslado. Al momento de pasar por el scanner, no existe problema alguno: los rayos X no afectan a las obras.








Pinturas for export

Al organizar exhibiciones en el exterior, los museos y entidades culturales pueden sacar las obras sin pago de impuestos. Los trámites se realizan en la Dirección de Artes Visuales y hay que certificar si se trata de una exportación temporal o definitiva (si la obra termina vendiéndose). Si regresan menos obras al país, porque se vendieron, esa exportación se transforma en definitiva. Las instalaciones no figuran en la Ley 24.633, y no se catalogan como obra de arte.
Por Valeria Vizzon para Diario Perfil. Sábado 28 de Noviembre de 2009.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Buzios... Una linda opción para recibir el 2010!

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Cataratas del Iguazú.... Belleza Imponente


Van camino de convertirse en una de las nuevas Siete Maravillas de la Naturaleza. Y este mes celebran sus bodas de plata desde que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Historia y futuro de las cataratas del Iguazú





Alvar Núñez Cabeza de Vaca se debe de haber llevado un buen susto. Corría el año 1541 y el hombre -explorador curtido- hacía su segundo viaje por América. Avanzaba desde el Atlántico hacia Asunción del Paraguay cuando escuchó el rugido. No es difícil imaginar el sudor frío por su espalda de aventurero español. El cruce de miradas, aguadas por el rocío y la transpiración, con sus compañeros de viaje. Las manos, tensas, en las espadas. Faltaba poco para que ojos europeos vieran por primera vez algo que los mbyá-guaraní ya conocían muy bien. Faltaba poco para que descubrieran la furiosa bestia de agua y piedra que se escondía en la espesura de la selva misionera.

Más de cuatro siglos y medio después, cuando se avanza por las pasarelas firmes y seguras que parecen acercarle a uno las cataratas del Iguazú a sus pies casi sin hacer esfuerzo, no puede dejarse de sospechar el desconcierto de esos hombres que se abrían camino a fuerza de machete mientras escuchaban su rugido.

El monstruo que ruge es, técnicamente, una falla geológica en forma de U ubicada en el nordeste de la provincia de Misiones. Le debe su nombre al río Iguazú (del guaraní y, "aguas"; guasu, "grandes") que le acerca su caudal para dejarlo precipitarse en casi tres centenares de saltos con diverso nivel de furia.

Dicen los que saben que las Cataratas se originaron hace unos 200 mil años, pero son, como todo lo misterioso e inabarcable, una novedad permanente. Sin importar las veces que uno las haya visto, asombran porque son naturaleza en movimiento.


Y si bien tienen mérito suficiente con sólo dejar fluir sus aguas por la cuenca del Iguazú, también han sabido cosechar galardones que las convierten en uno de los fenómenos naturales más importantes del mundo y las hacen figurar en los rankings de turismo de todo el planeta. Este mes festejan sus bodas de plata como Patrimonio Natural de la Humanidad (declaradas por la Unesco en noviembre de 1984). Y ahora están camino de convertirse en una de las nuevas Siete Maravillas de la Naturaleza.

Un dia en las cataratas
El sol resplandece colgado de un cielo sedoso. Mientras la Argentina sufre una ola de frío polar y nubes grises y densas, en este rincón del país el sol brilla por su presencia y condiciona la moda: bermudas, remeras de manga corta y ojotas. El resto sobra.

Así llegan los tres mil turistas que visitan, en promedio, las cataratas más grandes de América del Sur cada día. Algunos rematan el atuendo con una cámara de fotos en la mano derecha y una botella de agua mineral en la izquierda.

Comparten la actitud, festiva pero respetuosa. Los ojos atentos, sepultados en los visores de sus cámaras. Los dedos, agarrotados en el disparador. Algunos hicieron muchos kilómetros para estar aquí y están ansiosos, pero algo, en el aire o en la mesura de la gente que los recibe, les dice que este lugar es una especie de santuario.



El Parque Nacional Iguazú fue creado en 1934, por la ley 12.103, con el objetivo de conservar las majestuosas Cataratas. Tiene alrededor de 67.620 hectáreas enclavadas en la selva subtropical misionera y su Area Cataratas está administrada desde 1994, de manera conjunta, por Parques Nacionales y la empresa Iguazú Argentina. Esta administración compartida entre el Estado y un privado es una particular experiencia pocas veces aplicada en el mundo.

Iguazú Argentina está conformada por un grupo de empresas argentinas del interior del país, bajo la figura de Unión Transitoria de Empresas (UTE), y es la responsable de más de 7000 metros de pasarelas rebatibles y senderos que ayudan a recorrer los principales circuitos del parque, en combinación con el Tren de la Selva, una formación ecológica que utiliza GLP (gas licuado de petróleo) como combustible y que por sus particularidades no contamina.

La política conjunta de la Administración de Parques Nacionales e Iguazú Argentina, para posicionar a las Cataratas entre los destinos más buscados a nivel internacional, ha dados sus beneficios: durante 2008 se registró un nuevo récord en el ingreso de visitantes al Area Cataratas del Parque Nacional Iguazú, alcanzando un total de 1.062.128 visitas. Por su parte, Iguazú Argentina logró certificar sus sistemas de gestión de calidad y de gestión ambiental bajo normas ISO (ver aparte), convirtiendo así al Parque Nacional Iguazú en el primero en Sudamérica en obtener tales certificaciones.

Ahora, al nombramiento como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco se le suma la nominación realizada por un panel de siete expertos que eligieron las cataratas del Iguazú entre 77 sitios naturales de singular belleza votados por millones de internautas de todo el mundo. La competencia ya está en marcha, y ahora sólo resta votar (en la página www.new7wonders.com ) y esperar a que, como siempre, se luzcan por sí solas. En la fundación suiza New Seven Wonders, responsable del concurso, calculan que se recibirán unos mil millones de votos. En Misiones, todos esperan que muchos de ellos sean para esta falla geológica que con sus abruptas cascadas de 80 metros representa las mejores postales de estas tierras.

Una noche en las Cataratas
Es de noche y las estrellas miran hacia abajo. Uno puede ver, nítida en el suelo, su propia sombra. La luna brilla, inmensa y aguda como un sol enmascarado. El mundo, alrededor, se baña de una luz lechosa, y uno se siente en una película en blanco y negro. La variedad de grises intimida.



El grupo de 120 visitantes de diferentes nacionalidades es parte de una excursión que se hace durante el plenilunio de cada mes y que propone disfrutar de las Cataratas a la luz de la luna llena. En desordenada muchedumbre avanzan por las pasarelas. Algunos, sin entender lo trascendental de la experiencia, cotorrean sin parar. Aunque el paisaje es una verdadera vidriera, parecen no comprender que no es un shopping. Otros pretenden abarcar lo inabarcable con sus cámaras de flashes torpes y espasmódicos. Hasta que en su andar de zombies son sorprendidos por el rugido. El mismo que hechizó a Cabeza de Vaca. El que obliga a callar ante la inmensidad de su tono áspero y profundo.

Pocas veces uno puede sentir aquello de "la fuerza de la naturaleza" con tanta claridad. Con los sentidos exacerbados por la noche. Intimidados por los 1500 metros cúbicos de agua que se dejan caer por segundo formando un extraño huracán. Un tornado turbulento y atronador que de noche parece multiplicar su magnetismo. En el centro, el ojo luminoso y calmo del huracán, ajeno a la desmesura que lo rodea, suelta inmensas nubes de espuma y rocío que buscan el cielo y que a su paso encuentra a los turistas incautos. Y a sus cámaras con flash.

Un bramido milenario llena la noche.


Para votar: www.votocataratas.com ; http://www.new7wonders.com/
Más datos: www.iguazuargentina.com ; http://www.turismo.misiones.gov.ar/


Por Leonardo Blanco. Fotos: Jesica Rizzo. Diario La Nación. 22 de noviembre de 2009.

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