Si hay algo que define a la mansa y encantadora Villa de Merlo es su microclima, un elemento de identidad por el que es conocida en todo el país y que todos los años atrae a visitantes que buscan encontrar allí un remanso de sosiego y clima eternamente benigno. Situada a 213 kilómetros al norte de la ciudad de San Luis, sobre el faldeo occidental de la Sierra de Comechingones, Merlo cuenta con unas condiciones geográficas únicas: su temperatura promedio anual es de 20°, con unos excelentes niveles de oxígeno en el aire que hacen al visitante sentirse como en una especie de spa natural.
Durante los últimos años, otra característica comenzó a despuntar como gran atractivo turístico en la zona de Merlo y es la creciente variedad de actividades orientadas a los amantes de las aventuras y la vida al aire libre. El contexto es inmejorable: cordones de sierras tapizadas de verde, profundas quebradas, arroyos de aguas cristalinas con saltos y cascadas y una vegetación desbordante que incluye molles, tabaquillos, talas, cocos, helechos y las reconocidas hierbas aromáticas y medicinales. En ese escenario, tienen lugar actividades como cabalgatas, travesías en bicicleta de montaña, circuitos de trekking, escalada, rappel, tirolesa y vuelos en parapente sobre el territorio del espectacular Valle de Conlara.
El punto de partida de la mayor parte de las excursiones y paseos es la propia Villa de Merlo, una ciudad de 20.000 habitantes que mantiene un perfecto equilibrio entre la calma que uno espera encontrar en un pueblo de montaña y la oferta de servicios de un destino turístico de primer orden, con excelentes hoteles, restaurantes y espacios de ocio. El centro de la Villa se encuentra a 850 metros sobre el nivel del mar (algunos de sus barrios trepan hasta los 1.200 metros) y sus orígenes históricos se remontan a 1720, cuando se estableció allí la capilla de Nuestra Señora del Rosario de la Piedra Blanca, hoy Monumento Histórico Nacional. En la actualidad, el paisaje urbano de Merlo se define por una combinación de casas de aires coloniales y nuevas edificaciones surgidas para albergar a los crecientes contingentes de turistas que la visitan cada año. Además, la ciudad es sede de coloridas celebraciones populares, como la Fiesta del Cabrito Puntano (en septiembre), la Fiesta de la Dulzura (agosto) y la Fiesta Nacional Valle del Sol (febrero), además de eventos culturales de gran prestigio como el Encuentro Nacional de Coros, que tiene lugar durante el mes de septiembre.
Territorio de aventuras
Entre todas las modalidades de turismo aventura que se practican en Merlo y sus alrededores, la más particular es el parapente. Esta es una actividad que requiere de escenarios muy específicos que se dan solamente en un pequeño puñado de puntos del país y el Mirador de los Cóndores es uno de ellos. Se trata de una "pista de despegue" natural, situada a 2.100 metros sobre el nivel del mar junto a la localidad de Carpintería (a 7 kilómetros de Merlo), a la que llegan parapentistas de todo el mundo, ya que es un espacio privilegiado para la práctica de este deporte, gracias a su ubicación y a las intensas corrientes de aire caliente que allí se generan. Más cerca de Merlo, la empresa Volar en Parapente tiene su despegue en una zona denominada "El Nido", a la que se llega por la Avenida del Sol. Allí, desde 1992, funciona una escuela y un centro de vuelos que tiene las puertas abiertas tanto para expertos como para principiantes. Los vuelos de bautismo duran aproximadamente unos 20 minutos, dependiendo de las condiciones climáticas, y en ellos se puede disfrutar del esplendido paisaje del valle de Conlara y, si la suerte acompaña, flotar entre los cóndores que habitan por la región.
Otra de las disciplinas de turismo aventura que tiene un arraigo particular en Merlo es el ciclismo de montaña, donde todos los octubres tiene lugar todos los octubres el Encuentro Nacional de Mountain Bike. Las travesías suelen recorrer terrenos escarpados y difíciles de transitar y uno de los mejores escenarios para la práctica de esta actividad es el Circuito Eliseo Mercau, en el Camping Municipal. Otra propuesta destacada es la Adventure Bike, una travesía que demanda de mucha resistencia y cooperación entre los participantes, que tiene lugar en distintos parajes de la Sierra de Comechingones.
Entre las muchas opciones de travesías en vehículos 4x4 que se pueden realizar en los alrededores de Merlo se destaca la que lleva a la vieja cantera de Bajo de Veliz. Se trata de un recorrido en el que afloran los encantos naturales de las sierras, con una gran presencia de algarrobos, chañares, tintitacos y breas, que escoltan el camino hasta la antigua cantera, un sitio de enorme importancia arquelógica y paleontológica en cuyos alrededores fue hallada la araña petrificada más grande del mundo.
En el llamado Circuito Norte se lleva a cabo la travesía al Cerro Champaquí, que combina el desplazamiento en vehículos 4x4 con etapas de trekking. La excursión comienza en el faldeo de la Sierra de Comechingones y luego va atravesando varias pequeños poblados, antes de iniciar el ascenso al cerro, hasta los 2.200 metros de altura, donde se abandona el trazado de la ruta para recorrer la altipampa y pasar la noche acampando bajo las estrellas. Esta travesía permite, además, conocer las curiosas formas de las rocas del Valle de Piedra, transitar por el Cerro Negro y deslumbrarse con la increíble vista del Valle Traslasierra
Fuente: SuplementoViajes de Diario Clarín, domingo 29 de noviembre de 2009.
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