Un recorrido por la capital de La música porteña. Los shows que deslumbran a turistas y locales, el encanto de los salones y bares históricos, Los códigos milongueros y otros secretos. Aquí, una completa guía con los imperdibles del 2x4.
Dónde te fuiste, tango/que te busco siempre/ y no te puedo hallar? El tema suena en la mañana gris entre las mesas de una tradicional esquina tanguera. Detrás de la ventana, Buenos Aires se mueve al compás de un tango caprichoso, compuesto bajo el ritmo tristón de las veredas, las charlas de café y las calles húmedas por la lluvia. Pero la atmósfera nostálgica detrás de la vidriera no alcanza para definir al tango, y entonces la música insiste desde los parlantes: ¿Dónde te fuiste tango?
Responder a la pregunta no es tarea sencilla. Cada uno de los cien barrios porteños reclama sus títulos con lugares en los que la gente se reúne a bailar y escuchar música, como si formara parte de un ritual. Lo cierto es que el tango se desparrama por la geografía porteña y toma distintas formas: desde suntuosos espectáculos frecuentados por turistas, hasta bares y tanguerías donde los amantes de la música se juntan para escuchar a las orquestas; sin olvidar a las milongas, fenómeno popular que convoca a locales y visitantes, unidos por el gusto de improvisar sus pasos en la pista.
En los shows se luce el tango de escenario, con sus coreografías precisas, que funcionan como un mecanismo de relojería. En las milongas, en cambio, reina el tango de salón, donde el baile es una creación espontánea entre parejas que –en su mayoría– apenas comparten un encuentro de minutos.
En estos escenarios las glorias del tango conviven con jóvenes que han revitalizado el género, mientras en las milongas los viejos códigos van dando lugar a reglas más flexibles. En muchos de estos lugares, tacos y zapatos se entrecruzan con chatitas y zapatillas, mientras en otros se juega al intercambio de roles entre hombres y mujeres.
Más allá de estas novedades, desde las elaboradas coreografías de los espectáculos hasta la espontaneidad de las milongas, y desde el inconfundible fraseo de Gardel hasta los acordes urbanos de Piazzolla, el tango sigue siendo el ritmo de Buenos Aires. Una música con tal presencia que hasta se ha ganado su monumento en Puerto Madero, en un fuelle polifacético que encierra infinitas melodías.
Armamos nuestro propio recorrido, entre el brillo de los espectáculos, el ritmo de las orquestas y las milongas en las que el deleite de la vista sólo es superado por la experiencia del abrazo. Mientras completamos la lista, suenan más acordes en el bar de la esquina. Los hombres siguen discutiendo de fútbol y el semáforo libera el tránsito, al otro lado del vidrio. Desde los parlantes, la voz de Eladia Blázquez impone su ritmo: Siempre se vuelve a Buenos Aires a buscar/esa manera melancólica de amar...
A continuación, algunos espacios para disfrutar de orquestas de gran nivel –típicas y de estilo moderno–, shows de baile tradicional o for export, y una selección de tanguerías, y museos temáticos.
Café de los Angelitos
En la mítica esquina de Rivadavia y Rincón, por la que alguna vez pasaron artistas inolvidables como Carlos Gardel, José Razzano o Florencio Parravicini, aún es posible tomar un café y ver transcurrir la ciudad tras las ventanas. Pero si la idea es cenar mientras se disfruta de un cuidado show de tango, habrá que acercarse al salón del fondo, ambientado en celeste con ángeles dorados. Si los colores tenues y la bella arquitectura no alcanzaran para transportarlo al cielo, habrá que esperar a que salgan las cinco parejas de baile, los músicos del Quinteto Viceversa, comandado por Emiliano Greco, y los cantantes Ariel Altieri y María José Rojas. El vestuario y la puesta en escena transitan distintas épocas y culminan en una notable versión de Adiós Nonino, en la que se lucen las virtudes del bandoneonista Lautaro Greco.
Rivadavia 2100 (4952-2320) http://www.cafedelosangelitos.com/
Tango Porteño
Ubicado a pasos del Obelisco, en pleno Microcentro, el salón de estilo art decó del antiguo cine Metro es el marco de un espectáculo con un impresionante despliegue escenográfico y artístico que lleva la impronta de Juan Fabbri, su creador. La antigua pantalla de cine sirve para evocar al Buenos Aires color sepia de otros tiempos. El espectáculo comienza con la potente música de la orquesta típica comandada por la violinista Erica Di Salvo –que en otros tiempos solía tocar con Charly García–, quien invita a volar con sus precisas interpretaciones. Sobre el escenario se desplegarán las luces de la calle Corrientes, un lujoso cabaret y hasta un edificio montado en altura con una pareja bailando en cada ventana. La elaborada puesta en escena sirve de marco para la salida de ocho parejas de baile, entre las que se encuentra el legendario Juan Carlos Copes, acompañado de su hija Johana. No se puede dejar de mencionar el sorprendente número de la maga Inga Savitskaya y su “amigo imaginario”.
Cerrito 570/ Tel: 4124-9400. http://www.tangoporteno.com.ar/
Esquina Carlos Gardel
El antiguo restaurante y hotel Chanta Cuatro en el que el morocho del Abasto pasó su infancia y adolescencia, hoy se ha convertido en la lujosa Esquina Carlos Gardel. Lejos de los pisos de tierra, las riñas de gallos y las canchas de bochas que solían poblar el viejo bodegón, el local se destaca por sus arañas de caireles, sus paredes color crema y las mesas negras que recrean el brillo de los años 30. Carlos Gardel revivirá a lo largo del espectáculo en la impresionante caracterización del cantante Rafael Rojas, con el porte y el timbre de voz exactos. En el repertorio no faltarán clásicos como Mi Buenos Aires querido, Volver o El día que me quieras, con una impactante puesta de luces, escenografía y vestuario. Las seis parejas de baile y la intérprete Patricia Lasala aportarán lo suyo para que a uno le queden ganas de volver.
C. Gardel 3200 / Tel: 4867-6363 http://www.esquinacarlosgardel.com.ar/
El Viejo Almacén
La esquina sin ochava de Independencia y Balcarce es sinónimo de tango. En la antigua casona colonial con paredes de adobe y faroles colgantes revive cada noche el espíritu que supo imprimir el inolvidable Edmundo Rivero al Viejo Almacén, en 1969. Por aquí pasaron los músicos más destacados de la época como el “Polaco” Goyeneche, Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese y Horacio Salgán, entre muchos otros. El lugar hoy alberga un show de tango por el que cada noche desfilan cantantes de la talla de Hugo Marcel y Virginia Luque, con música de un sexteto dirigido por Carlos Galván y cuatro parejas de baile que recrean los tiempos de malevos y arrabales.
Balcarce 793 / Tel: 4307-7388 http://www.viejo-almacen.com.ar/
Señor Tango
Ubicado en el barrio de Barracas en un antiguo almacén de ramos generales, este espectáculo lleva la impronta de Fernando Soler, su creador y productor. El show, de proporciones hollywoodenses, tiene más de cuarenta artistas en escena, un escenario giratorio y la presencia de una orquesta comandada por el maestro Ernesto Franco, bandoneonista de la orquesta de Juan D’Arienzo.
Vieytes 1655 / Tel: 4303-0231. http://www.senortango.com.ar/
Los Treinta y Seis Billares
Inaugurado en 1894, este clásico café de la Avenida de Mayo recibió a personajes notables como Federico García Lorca. La calidez de la madera y las mesitas que rodean al escenario crean un ambiente intimista, ideal para escuchar buena música. Los sábados se presentan artistas como Rita Cortese, y luego hay trasnoche a cargo del sólido intérprete Esteban Riera, acompañado por el maestro Carlos Galván –que parece encerrar una orquesta entre los fuelles de su bandoneón– y los guitarristas Ignacio Iruzubieta y Nazareno Altamirano.
Av. de Mayo 1265 / Tel: 4381-5696. http://www.los36billares.com.ar/
C. Cultural Torquato Tasso
Ubicado frente al Parque Lezama, en una casona de San Telmo, en este centro cultural suelen tocar glorias del tango como Horacio Salgán, Leopoldo Federico, el Quinteto Real y el Sexteto Mayor, entre otros. El Centro se especializa en conciertos, ofrece gastronomía a precios razonables y es el elegido por el público local para escuchar música. Los conciertos son de martes a sábados y sólo los domingos funciona una milonga con orquesta en vivo.
Defensa 1575 / Tel: 4307-6506. http://www.torquatotasso.com.ar/
Esquina Homero Manzi
La vieja esquina de San Juan y Boedo inmortalizada en el tango Sur ha sido cuidadosamente remodelada y funciona todo el día como bar. Si la idea es escuchar tango en vivo, está la opción de la cena show (todas las noches a partir de las 21), con un quinteto en vivo bajo la dirección musical de Julián Hermida, los cantantes Carlos Rossi y Karina Rivera, y tres parejas de baile, con dirección artística de Gachi Fernández. Cada domingo al mediodía el local organiza almuerzos tangueros en los que canta Eduardo Romero con un cuarteto y una pareja de baile.
San Juan 3601 / Tel: 4957-8488. http://www.esquinahomeromanzi.com.ar/
Museo Casa de Carlos Gardel
El museo está ubicado en pleno barrio del Abasto en la casa chorizo que Carlos Gardel compró a su madre en 1927. La casa está cuidadosamente ambientada con reliquias, antiguos discos, tapas de diarios y revistas de época. La sonrisa del Zorzal asoma en antiguas fotos, mientras su voz puebla cada rincón con su fraseo inconfundible. El patio, el piletón para lavar la ropa, la cocina, el cuarto de planchado recuerdan al Buenos Aires de otros tiempos. Se trata de uno de los museos más concurridos de la ciudad, indispensable para sumergirse en el ambiente gardeliano. Además, el museo organiza ciclos de conciertos de tango.
Jean Jaurés 735 / Tel: 4964-2015 http://www.museocasacarlosgardel.buenosaires.gob.ar/
Bar de Roberto
Este bodegón de 1893, en Almagro, reúne a un público ávido de escuchar tangos en un ambiente espontáneo, donde los músicos interpretan sus canciones sobre una minúscula tarima. De martes a sábados desde las 22.30 se presentan con entrada libre cantantes como Maricruz Terrazas, Osvaldo Peredo, Agustin Ortega y Carlos Señorelli. Este Bar Notable conserva sus paredes de ladrillo a la vista, los pisos de mosaico calcáreo y la vieja barra de madera.
Bulnes 331 / Contacto en Face- book: “Lo de Roberto”.
Club Atlético Fernández Fierro
Una de las orquestas que más notablemente ha incursionado en el género es sin dudas la –aclamada por la juventud tanguera– Orquesta Típica Fernández Fierro, compuesta por once virtuosos músicos y la carismátca voz de Walter “el Chino” Laborde. En el CAFF, el club social y cultural (ex taller mecánico) que fundaron, se presentan buenos conciertos de tango y exposiciones de arte
S. de Bustamante 764/ 4867-4037 http://www.caff.com.ar/
Las hay prestigiosas y también más chicas y barriales. Informales y juveniles o de adultos empilchados y “niños bien”, el éxito de un salón de baile depende del DJ y de la calidad de su pista. Aquí, una guía para todos los gustos.
El Club Sunderland
Esta milonga de los sábados que se hace en la cancha de básquet del Club Sunderland de Villa Urquiza es tal vez la más emblemática de todo el circuito. Aunque la pista es de mosaico y no hay orquesta en vivo, la mística del lugar convoca a los bailarines más experimentados. Pasada la medianoche, la pista se puebla de trajes oscuros, brillos y tacos altos. A los viejos tangueros se agregan los hijos y nietos, curiosos, turistas y bailarines llegados de todos los barrios porteños. Los códigos se respetan y en la pista no hay lugar para improvisados.
Lugones 3161 / Tel: 4541-9776 http://www.sunderlandclub.com.ar/
El Salón Canning
En el barrio de Palermo, el Salón Canning se destaca por su pista con piso de madera –una de las mejores de la ciudad– y el excelente nivel de las parejas que se lucen en ella. Además, aquí se pueden ver espectáculos de bailarines experimentados, orquestas y tomar clases de baile antes de la milonga, que funciona de lunes a domingos, convocada por distintos organizadores.
Scalabrini Ortiz 1331 / 4832-6753 http://www.parakultural.com.ar/
La Viruta
“Entrás caminando… salís bailando”, dice el lema de esta milonga –la más concurrida de la Ciudad– que ofrece clases de tango, de salsa y de rock and roll. La Viruta funciona desde 1994 en el subsuelo de la Asociación Cultural Armenia, en plena movida del barrio de Palermo. Tiene fama de “milonga joven”, aunque asiste público de todas las edades. Aunque suele llenarse (razón por la cual algunos principiantes pueden quedar atrapados en la marea de bailarines), aquí los códigos son relajados y, realmente, no hace falta ser avanzado en el baile para intentar dar unos pasos en la pista, donde se mezclan tacones y zapatillas, vestidos de fiesta y pantalones de jean.
Armenia 1366 / Tel: 4779-0030. http://www.lavirutatango.com/
En San Telmo y al aire libre
En Plaza Dorrego, en el barrio de San Telmo, los domingos tiene lugar la milonga solidaria a cielo abierto que organiza Pedro “el Indio” Benavente. Favorita tanto por jóvenes como por viejos milongueros, aquí resalta una selección musical que incluye el canyengue, un estilo “callejero y orillero” de principios del siglo XX que casi ha dejado de bailarse. La entrada es a la gorra y se aceptan alimentos no perecederos que luego son distribuidos en comedores comunitarios.
Humberto Primo y Defensa /
El encanto de la Glorieta
En la otra punta de la ciudad, vale la pena conocer la milonga de la glorieta de Barrancas de Belgrano, un bello patio techado en el que el bailarín Marcelo Salas organiza un alegre y concurrido baile. Cuando la jornada llega a su fin y la glorieta empieza a vaciarse, los jóvenes aprovechan el espacio libre para improvisar y jugar con pasos amplios y desacartonados.
11 de Septiembre y Echeverría / http://www.glorietadebelgrano.com.ar/
Con sello “queer”
En el tango, los roles de género suelen estar bien definidos. “El hombre conduce y la mujer se luce”, aseguran con énfasis los viejos milongueros. Pero en los últimos años han surgido nuevas tendencias en las que el tango se ha liberado de su rígida estructura y los bailarines eligen qué rol les interesa ocupar. No es extraño entonces ver bailes entre personas del mismo sexo que, incluso dentro de un mismo tema, pueden intercambiar sus roles. Los espacios más recomendados son las milongas La Marshall (http://www.lamarshall.com.ar/), la de la Casa Brandon (http://www.brandongayday.com.ar/) y Tango Queer (bueno sairestangoqueer.blogspot.com).
Otros imperdibles
Entre las antiguas columnas, lámparas de bronce y pisos de mosaico de la elegante confitería La Ideal fundada en 1912, funciona una milonga que comienza en las primeras horas de la tarde. El horario y la ubicación hacen que sea la preferida de los oficinistas que trabajan por la zona. (Suipacha 380 / 5265-8069 / http://www.confiteriaideal.com/) .
En el local de Riobamba 416, con sus pisos de madera funciona la tradicional milonga El Beso (martes, miércoles, jueves y domingos a partir de las 22) y los sábados a partir de las 22.30 la milonga Las Morochas, que convoca a bailar a los “sin pareja” (http://www.milongalasmorochas.com.ar/ ).
Muy cerca de allí, en Porteño y Bailarín, entre globos de espejos y luces tenues las parejas despliegan sus pasos con habilidad, los martes y domingos desde las 22.30 (Riobamba 345 / http://www.porteybailarin.com/).
La amplia y perfecta pista de pinotea del Club Gricel, en San Cristóbal, convoca a algunos de los maestros más clásicos y experimentados del tango (La Rioja 1180, http://www.clubgriceltango.com/ , lunes a domingos por la noche, salvo martes y miércoles).
Hay que sumar a las milongas consideradas “juveniles” las que funcionan en los clubes Fulgor de Villa Crespo (Loyola 828, fulgordevillacrespo.com.ar) y en el Villa Malcom (Córdoba 5064, http://www.elmotivotango.com/ , en especial, son buenos los bailes de los lunes y viernes). Por último, dos espacios originales: la milonga La Catedral (Sarmiento 4006) y la del Centro Cultural “Lola Mora”, el primer sábado de cada mes, en Río de Janeiro 986.
Por Silvina Quintans para Diario Clarín
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