miércoles, 2 de junio de 2010

Te presento Panamá...






La mayoría de turistas que visitan América Central no suelen ir para disfrutar de las ciudades preciosas de la región…y con razón, porque en general, no son conocidas ni por su belleza ni por sus comodidades, sino por su tráfico, contaminación, criminalidad… que sé yo. Pues, les presento una ciudad centroamericana que sí merece ser reconocida por su valor turístico: Panamá. Capital de la república y conocida por ser el sitio donde se ubica el famoso canal (¡milagro de ingeniería!), Panamá ofrece mucho que ver, hacer, y comer dentro de sus limites. Aunque también es el punto más fácil y común de accesar al resto del país, no se limita a ser una simple puerta de entrada.

De las varias opciones turísticas que existen en Panamá para visitar (y cada vez se van desarrollando más sitios), uno que no se puede perder es el canal de Panamá. Claro, es lo más famoso del país (y en sentido histórico, la razón para su existencia), pero aparte de eso, ¡es súper interesante! Y no lo digo solo para cumplir, y no solo es interesante si tiene conocimientos técnicos (por que créanme, conocimientos técnicos no tengo). Para mí, la mejor manera de ver el canal (y la más accesible para hasta el presupuesto de viaje más humilde) es por el Centro de Visitantes de Miraflores.




De construcción reciente, el centro ofrece una película breve que trata la historia y el futuro del canal, una exposición sobre el mismo pero que incluye también fotos, modelos, e historias más particulares, y un restaurante y una terraza con vista sobre la esclusa. Con todo lo que tiene, Miraflores probablemente no será el museo más barato donde haya entrado, pero probablemente tampoco será el más caro. Con suerte, podrá ver desde el restaurante o la terraza del centro un barco atravesar la esclusa Miraflores (si no desea confiar en la suerte, podría intentar llamar el centro para solicitar información, porque, claro, esta gran operación internacional tiene horario fijo). Después de las explicaciones claras en el centro sobre cómo funcionan las esclusas que hacen que el canal de Panamá sea una innovación de ingeniería, es realmente impresionante ver desde cerca como suben y bajan los niveles de agua de la esclusa de Miraflores para que los barcos puedan subir desde el nivel de un océano hasta el nivel del istmo panameño y volver a bajar, al nivel del otro gran océano de la región.

Otra manera de ver al canal es de adentro—o sea, por uno de los pequeños cruceros que atraviesan el canal—una opción que tarda más tiempo y cuesta más dinero, pero al igual es muy interesante y vale la pena (en un viaje cuando tenga más tiempo y más dinero). Varias compañías (por ejemplo, Panama Marine Adventures) ofrecen giras de mitad de día o de día entera que incluyen pasaje por el canal. Pero les advierto, sobre todo a los que tienen peques o se aburren fácilmente: cuando hice esta gira de pequeña lo pasé medio mal en el sentido de dormir casi el viaje entero para no morirme de aburrimiento (o sea, pérdida de dinero total para mis pobres padres). Pero ya que soy más grande, veo que puede ser interesante—fui hace un par de años en un tour de mitad de día y lo disfruté—pero depende muchísimo de su personalidad y estilo de viajar.




La otra atracción turística cultural más grande en Panamá es el casco antiguo de la ciudad. Casco Viejo, el nombre común (y obviamente muy original) para esta parte de la ciudad tuvo su etapa de depresión y marginalidad, pero está pasando actualmente por un renacimiento. (Aún siendo así, o por estos motivos, notará una presencia fuerte de policía y debe tener cuidado a los bordes del barrio y por la noche…o sea, protocolo normal de viaje). Nuevos bares, hoteles, restaurantes, y galerías de arte abundan en esta parte de la ciudad. Para los que tienen un presupuesto más humilde, unos de los pocos hostales/albergues en Panamá están ubicadas en esta barriada; para los que tienen un presupuesto un poco más amplio, les recomiendo el restaurante Manolo Caracol, que ofrece menú y le da un poco de juego a típicas tapas españolas. Las plazas y callejuelas ofrecen vistas a casas de estilo colonial tal y como vistas hacia el centro de la ciudad, ya impresionantemente lleno de rascacielos. Recomiendo dedicar por lo menos la mitad de un día a esta parte de la ciudad. Después de pasear por las calles de Casco Viejo, existe la posibilidad de pasar por el mercado de pescado que queda a la entrada de Casco Viajo (lo más seguro es que pasaría por esta entrada si entrara en el barrio en taxi) y caminar por la Cinta Costera, una expansión de Avenida Balboa a la bahía.

Cuando esté en Panamá, lleva siempre chubasquero y/o paraguas porque el clima tropical conlleva una posibilidad de lluvia siempre existente. La última vez que estuve en Panamá, me cogió la lluvia cuando iba caminando por la Cinta Costera desde Casco Viejo. Me empapé completamente antes de lograr esconderme detrás y debajo de un decorado navideño enorme. Por suerte, muchas veces llueve solo un rato y después empiezan otra vez el sol y el calor—¡piénselo como sauna natural y gratuita!—y dentro de poco pude volver a pasear por la Cinta Costera y comprarme un raspao (como llamamos raspado, el cual es básicamente gratinado de hielo con sirope de sabores a diferentes frutas). En Panamá se acostumbra comer el raspao con leche evaporada, ¡entonces que lo pruebes porque está riquísimo!



Pues para mí, eso es solo rasgar la superficie de las cosas que se pueden ver y hacer y comer en Panamá. A lo mejor, pueda compartir un poco más con Uds. la próxima, porque ésta es una ciudad que llevo bastante en mi corazón y me gustaría que supiera todo el mundo el metrópolis impresionante que es…¡si por ninguna otra razón, para que dejen de hablar mal de Centroamérica!

Llegadas a Panamá típicamente se hacen al aeropuerto internacional de Tocumen, pero si visita Panamá desde Costa Rica, se puede llegar en bus a la terminal nacional Albrook. Un taxi turístico de Tocumen hasta la ciudad es carito, como $30-40, pero saliendo un poco del aeropuerto se pueden encontrar taxis piratas a un costo mucho más económico. Para moverse en Panamá, se puede alquilar un coche en el aeropuerto o depender de taxis o buses. Los taxis son económicos y seguros en lo general, pero no usan taxímetros (va a sistema de zonas que le hace difícil al turista evaluar la tarifa que ofrece el taxista) entonces es mejor regatear un precio antes de entrar al taxi. Aparte del aeropuerto, las tarifas de taxi dentro de Panamá no deben de superar los $5.

Fuente: Publicado por Ajenkin en Tripwolf

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